El uruguayo que fue encontrado el domingo en la Cordillera de los Andes, tras cuatro meses de desaparecido, no era un aventurero como se pensó en un principio, sino que estaba prófugo de la Justicia chilena por el supuesto abuso sexual de un niño de ocho años. El improvisado andinista tenía una orden de detención en su contra, por lo que Chile pidió ayer su extradición. La hija del acusado negó los cargos y aseguró que su padre figuraba en “Missing Persons y no en Interpol”.

Según un comunicado de la Fiscalía Centro Norte de Chile, la extradición fue despachada por la fiscal del caso, Patricia Varas, quien imputó a Raúl Gómez Cincunegui, el 22 de abril pasado, por el abuso sexual del que habría sido víctima un niño de ocho años en la comuna de Cerro Navia.

La Policía Federal ya tomó la custodia del acusado, quien se encuentra internado en el Hospital Guillermo Rawson de la capital sanjuanina por un cuadro de deshidratación. Por otro lado, desde el Ministerio del Interior de Uruguay dijeron que la “requisitoria internacional” ya se emitió y que seguramente el acusado no llegue a ese país porque tiene también pedido de “cierre de fronteras” y entonces “puede ser que lo extraditen” desde la Argentina.

Tras la formalización, el imputado quedó con la medida cautelar que le prohibía acercarse a la víctima y con arraigo nacional, por lo que se presume que su salida de Chile se produjo por un paso no habilitado, dado que los controles policiales fronterizos estaban informados de la prohibición de abandonar el país que lo afectaba.

En este sentido, trascendió que Gómez se habría instalado en la ciudad de Petorca, unos 220 kilómetros al norte de Santiago, en la región de Valparaíso, donde abandonó su moto para cruzar la Cordillera de los Andes a pie el 11 de mayo.

La gobernadora de Petorca, en Chile, Indrid Massardo, dijo que Gómez “es un señor que llegó a Santiago desde la Argentina porque estaba acusado de un delito de violación. En Santiago fue recibido por familiares y allí habría reincidido en el delito. Se vino a esconder a Petorca; no faltó quien lo reconoció y se sintió acorralado. Dejó su moto en el paso Pedernal y huyó nuevamente”.

Sin embargo, su situación judicial se agravó el 17 de julio pasado, cuando se libró una orden de detención a solicitud de la Fiscalía Centro Norte ante un posible incumplimiento de las medidas cautelares, luego de que el imputado no se presentara ante un juzgado.

En las próximas horas, se definirá la fecha en que se realizará la audiencia de extradición, mediante la cual la Fiscalía Centro Norte pretende que Gómez sea devuelto a Chile para continuar con la investigación en su contra.

Por otra parte, antes de que se conociera el pedido de captura, una de las hijas de Gómez, llamada Patricia, negó todos los cargos contra su padre. “Mi papá no estaba prófugo. Les digo que llamen a Chile y que averigüen. Nosotros nos hemos comunicado y no hay nada. Llamen a los jueces y fiscales y averigüen. Nosotros cuando llamamos a Interpol nos dicen que figura como perdido y no como buscado. Cuando una persona es prófuga de la Justicia aparece en rojo y él no está en esa calificación”, afirmó.

“Es más, aparece en Missing Persons como persona perdida. De última, si una persona se está yendo por algo te ponen en rojo y no como desaparecido. Por sentido común, él no está prófugo, porque de lo contrario debería estar rodeado de policías y nada que ver”, agregó.

De acuerdo con esto, Patricia aseguró que no la sorprendió que su padre decidiera atravesar la Cordillera de los Andes a pie, sin tener ningún tipo de experiencia en alpinismo. “Ha sido así siempre: programaba él sus viajes, se le ocurría un viaje y lo hacía. Es una persona un poco terca”, concluyó.

El hombre, de 58 años, fue hallado el sábado en buenas condiciones de salud, aunque con un cuadro de deshidratación, en un refugio de montaña de la provincia de San Juan, ubicado a 2840 metros sobre el nivel del mar.

“Mide aproximadamente 1,60 y no pesa más de 40 kilos. Tenía una deshidratación y desnutrición extrema cuando llegó. Casi no tiene masa muscular, perdió masa del abdomen, de la nalga. Ha comido lauchas y un búho. Ahora está muy bien, está lúcido, pero se ha deteriorado bastante. Cazaba con una trampa de ratas que había en el refugio”, explicó el jefe de Guardia del Hospital Rawson, Leonardo Gutiérrez.

Por otro lado, el médico afirmó que no indagó demasiado al paciente para evitarle algún malestar. “Me extraña dónde estuvo todos estos días, hay algo raro, pero él no cuenta”, confesó.