SOCIEDAD › UN POLICIA DETENIDO POR LOS SECUESTROS DE ASTRADA Y CIRELLI

Botón de muestra de la banda mixta

Es un suboficial de la Bonaerense que trabaja en San Fernando. Como adelantó Página/12, le detectaron llamadas desde su celular a otros miembros de la banda. Anoche se presentó detenido con su teléfono móvil. Investigan a otros dos policías.

 Por Raúl Kollmann

Uno de los dos suboficiales involucrados en los secuestros de Rubén Astrada y Juan Carlos Cirelli se entregó detenido anoche. Los dos suboficiales de la Bonaerense jugaron un papel de coordinación y supervisión de la banda y hay evidencias de que un oficial de la misma fuerza sería uno de los cabecillas. Estos datos confirman la información exclusiva publicada ayer por Página/12 sobre la participación de hombres de la Bonaerense en la organización de secuestradores. Anoche, el suboficial Eduardo Correa, de San Fernando, fue detenido tras ser puesto en disponibilidad: el policía hizo reiterados llamados al grupo que capturó a Astrada –tres hombres y una mujer– para verificar cómo marchaban las cosas. El otro suboficial también está en actividad en San Fernando y hasta el momento no trascendieron datos sobre un oficial –se dice que es de la zona Oeste– ni está claro si es un retirado o está en actividad. Las claves para investigar a la banda surgen del sistema VAIC de entrecruzamiento de llamadas que está directamente bajo la órbita del ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero.
Este diario adelantó ayer en exclusiva que un hombre de la Bonaerense estaba en la mira porque aparece vinculado a la banda por llamadas telefónicas. Sucede que el suboficial Eduardo Correa tenía un celular considerado bastante sofisticado –modelo Tango 300–, ya que a través del aparato se manejaban alternativamente dos líneas. Una, la oficial. La segunda, una línea de las llamadas “bolseras”, o sea que se compran en supermercados y se utilizan con tarjetas. A través de esa segunda línea trucha se cursaban las llamadas relacionadas con los secuestros.
Desde la línea bolsera hubo varias comunicaciones a teléfonos Nextel de la empresa de Cirelli y entre los dos suboficiales se comunicaban también a través de esa segunda línea. Por ejemplo, Correa llamó varias veces el 26 de junio, día del secuestro de Astrada, al grupo secuestrador en las dos horas siguientes a la captura del padre del jugador de fútbol. “Esto indica que no era un pichi –dijeron a Página/12–. Más bien parece que jugó un papel de coordinador o supervisor de la operación.”
Correa no estaba destinado oficialmente a la custodia del intendente de San Fernando, Antonio Martínez, aunque solía acompañarlo y se asentaba en el edificio municipal. Correa recibió un disparo en la mano derecha y por ello se afirma que estaba en inferioridad de condiciones para otros trabajos de calle. Anoche, el suboficial alegaba que había perdido el celular, pero luego se presentó detenido con su teléfono móvil.
Según las fuentes consultadas por este diario, en la organización que perpetró los secuestros de Astrada, Cirelli y al menos cuatro hechos del mismo estilo revistaría también un oficial, que no tiene o no tuvo alto rango en la fuerza, pero que sí la tendría en la banda. La pesquisa hacia arriba de la organización secuestradora recién empieza, pero hasta ahora estarían identificados los tres hombres y la mujer que capturaron a Astrada, los dos suboficiales y los dos hermanos Vera, custodios de los secuestrados en la casa de Moreno. Como se señaló en Página/12, hay una línea de investigación que va hacia un negocio de la calle Warnes, sin que esté claro todavía si allí sólo se desarmaban los autos utilizados en los secuestros o si existe alguna vinculación de mucha más importancia con la banda.
Al día siguiente del secuestro de Astrada, este diario llamó la atención sobre la misma mecánica de la operación:
- A plena luz del día, en una zona transitada.
- Se mueven seis delincuentes en dos autos.
- Los secuestradores estuvieron sentados durante bastante tiempo en ambos vehículos esperando a su víctima.
- Cargaban encima armamento de envergadura, incluyendo fusiles FAL y hasta una ametralladora.
“¿A quién se le ocurre hoy andar con armas largas, tres hombres en un vehículo, si no tiene alguna protección?”, ironizaba por entonces uno de los comisarios retirados con mayor experiencia. “Con toda la seguridad, incluso privada, que hay por ahí, ¿cómo se pueden haber quedado sentados dentro del auto haciendo la guardia hasta que saliera el padre de Astrada? Una banda de delincuentes no se para de esa manera en una esquina, se va moviendo, dando vueltas. Y, además, la forma en que lo secuestran, a plena luz del día y chocándole el auto, se parece más a un operativo policial que a una movida de una banda de delincuentes”, completó otro comisario retirado.
Parece claro ahora que aquel diagnóstico se confirma y todos los cañones apuntan a la banda mixta, formada por delincuentes comunes y de uniforme. Resta saber si también se confirma la otra hipótesis de aquellos días, surgida de algunas coincidencias:
- Se había puesto en marcha una investigación sobre los bienes de los comisarios y subcomisarios.
- Uno de los que estaban en la mira por enriquecimiento era justamente un altísimo oficial de la Zona Norte, que luego se confirmó que era el comisario Aníbal Degastaldi.
- El espectacular secuestro de Astrada se concretó aprovechando una zona liberada otorgada a una banda mixta.
- El secuestro era también una advertencia de origen policial: “Si nos tocan, si nos investigan, pueden ocurrir cosas graves”.

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Astrada fue secuestrado a poco de salir de su casa, en Boulogne, a plena luz del día.
La facilidad con la que se movieron los delincuentes hizo pensar en la complicidad policial.
 
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