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En estos días de ausencia de guardapolvos blancos, el Planetario de Buenos Aires ofrece una variada gama de actividades. Las temáticas son diversas y apuntan a mostrar el universo de la ciencia de una manera entretenida. Paralelamente, en el predio de Palermo está emplazada la Carpa Cultural Itinerante de la Secretaría de Cultura de la Ciudad, que comparte un espacio de 5500 metros cuadrados con las nueve carpas que se armaron en el Planetario. “Respondemos a un derecho que está en la carta de las Naciones Unidas, el de disfrutar y recibir los beneficios del conocimiento. No es una cosa bondadosa, respondemos a un derecho”, señala Leonardo Moledo, director del Planetario. Moledo destaca otro de sus objetivos: “No queremos contestar a las preguntas, no queremos dar respuestas. Las respuestas cierran, las preguntas abren. No queremos que la gente se vaya con certezas sino con dudas. Todo el mundo viene con certezas: `las cosas son así, asá’, etcétera. Si se rompen las certezas, si se generan algunas dudas hemos avanzado algo”.
Detectives del espacio es un espectáculo para chicos mayores de siete años en el que, a partir de ciertas pistas, los pequeños trabajan empleando el método deductivo guiados por la relatora para investigar el sistema solar. En Un collar de estrellas los chicos (menores de siete años) y la relatora van descubriendo características de las estrellas y los planetas. La ecología del universo es para toda la familia, y muestra cómo todo en el universo se transforma y cómo nacen y mueren las estrellas. Estos tres espectáculos son los únicos pagos de todas las actividades. Además, en la Carpa Nº 6 la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) les propone a los más chicos jugar con los satélites, mientras que el Instituto Nacional de Astronomía y Física del Espacio ofrece a los niños participar del taller “El Universo”.
El Museo del Planetario es sede de la exposición Marte: mito, fantasía y ciencia, y de las réplicas a escala del sistema solar. En el Anillo se realizan experimentos con la gravedad y además hay un sector del Complejo Astronómico “El leoncito”. Allí se les puede hacer preguntas a los científicos, ya que se los ve y escucha online desde San Juan. Paralelamente, se estudian los satélites argentinos NOAA y GOES y los alumnos de la Escuela de Comercio Nº 30 participan junto a docentes y científicos en un estudio del medio ambiente. Los estudiantes también permiten que el público conozca cómo se elabora el pronóstico meteorológico.
La Carpa 1 promete a todo aquel interesado en conocer su ADN que puede ver y llevarse un tramo de ese souvenir biológico a su casa. Paralelamente se desarrollan los talleres de geología y biología. Y quienes simpaticen con el continente helado podrán conocer la ambientación de una carpa antártica (en la Carpa 3). Además de las actividades mencionadas anteriormente, “El leoncito” tiene su propia Carpa, que comparte con el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR). Allí se desarrollan temáticas vinculadas a las condiciones necesarias para que se produzca un eclipse, analizan el choque de galaxias, cómo se usa un espectrógrafo (un aparato para determinar la composición química de las estrellas), entre otras curiosidades. En el IAR hay talleres para chicos referidos al funcionamiento de un radiotelescopio, por ejemplo. En el mismo predio está también la Carpa Solar, donde se pueden observar el sol y el espectro solar con explicaciones de especialistas y experimentar con energía solar. Entre las actividades para chicos de la Carpa Cultural Itinerante (ver recuadro) se destacan El club de los chicos, un espectáculo con pantomima, magia y canciones a cargo de Juglar. El canelón y el tortelín, basado en el álbum homónimo que grabaron Leo Maslíah y Pichi de Benedictis, es representado por la cantante Sandra Carrizo y la flautista y actriz Paula Gasparini. Tutú Marambá realiza Canciones para juglar, que promueve la participación a través de juegos dinámicos. En tanto, Juan poquito canta mucho es un espectáculo del juglar Leo Dyzen, sobre la obra de María ElenaWalsh. Otra de las atracciones es Pérez/Gil, Piratas, de María Inés Falconi, que narra la historia de un pirata fracasado y su desconfiado loro. Para los que gusten de los cuentos, Ana Padovani tiene algo que contar ofrece relatos de la tradición oral. En el plano musical actuará La Chicharra, que ofrecerá un repertorio propio basado en ritmos populares del folklore argentino. Los amantes de los payasos tendrán la oportunidad de la sonrisa con los hermanos Mosquitelli y su show Con el churrasco sí. Siguiendo esa línea, se presentan Los Magote con Repartiendo carcajadas, malabares, acrobacia, trapecio, fuego y números clásicos de payasos.