Lunes, 11 de noviembre de 2013 | Hoy
SOCIEDAD › MáS DE 10 MIL MUERTOS ES EL TRáGICO SALDO DEL VENDAVAL QUE AZOTó A FILIPINAS
El tifón Yolanda (o Haiyan, según su denominación japonesa), que sopló desde el viernes por Filipinas, dejó un trágico saldo en su paso por Filipinas, pero se debilitó al llegar a Vietnam. Después de la tormenta, la escasez y los saqueos.
En Japón lo llaman Haiyan. En Filipinas, Yolanda. Cualquiera sea su denominación, el tifón que se desató desde el viernes en este último país del Pacífico causó al menos 10 mil muertes y su acción devastadora ya se compara con la del tsunami de 2006. En Indonesia el fenómeno metereológico, con vientos que soplaron a 135 kilómetros por hora, destruyó entre el 70 y el 80 por ciento de la población de Tacloban, capital de la provincia de Leyte. Ayer, después de la devastación, se registraron saqueos a comercios, cajeros automáticos y camiones con bienes de ayuda. El tifón llegaría hoy a Vietnam, aunque debilitado, como tormenta tropical.
El tifón se convirtió en uno de los peores de la historia, por la cantidad de muertes. Yolanda cortó el suministro eléctrico, las comunicaciones, dañó los aeropuertos y bloqueó las autopistas con escombros, al azotar el este y centro de Filipinas, lo que complica mucho los trabajos de rescate y deja a cientos de miles de afectados sumidos en montañas de ruinas.
“No desesperen, la ayuda está en camino”, prometió el presidente del país, Benigno Aquino, durante una visita a Tacloban. El jefe de policía de esa ciudad llegó a hablar de 10 mil muertos, pero el presidente no quiso confirmar ese número. “Las cifras son alarmantes pero nuestra prioridad son los sobrevivientes”, afirmó Aquino.
El mandatario criticó a las autoridades locales y regionales por el alcance de los daños, pese a que días antes ya se había advertido la peligrosidad del tifón, que se estima es el peor desde 1979.
Las autoridades de gestión de catástrofes de Samar Este, ubicada al este de Tacloban, hablaron de 300 muertos y dos mil desaparecidos. También en las islas más al oeste el grado de destrucción era tremendo: localidades enteras quedaron arrasadas, como Concepción y Sara, en la provincia de Iloilo.
“Hemos ordenado que se entierre a las víctimas y lo haremos en fosas masivas, porque los cadáveres son un peligro para la salud”, explicó Aquino. Los equipos de rescate enfrentan una tarea muy complicada, porque los aeropuertos están destruidos, los puertos dañados y las calles intransitables. Las localidades apartadas siguen incomunicadas, aunque pudo repararse una torre que devolvió la señal de telefonía móvil a Tacloban, según escribieron los residentes en la red social Twitter.
Todas las localidades en un radio de un kilómetro en torno de la capital de Leyte, seguían inundadas. “Desde el helicóptero se puede ver que no hay ni una sola estructura en pie desde la línea de playa hasta un kilómetro en el interior del país”, lamentó el ministro del Interior, Manuel Roxas.
Además, Tacloban fue escenario de saqueos por parte de personas desesperadas en busca de alimentos, medicamentos y otros artículos, por lo que se envió a cientos de policías de Manila para ayudar a restaurar el orden. “Todo es un caos ahora en Tacloban. Hay saqueos y la gente incluso está destruyendo los cajeros automáticos para sacar dinero. Los dueños de las tiendas están pistola en mano en la puerta para ahuyentar a los saqueadores”, contó Roger Mercado, gobernador de la adyacente provincia de Leyte Sur.
También fue saqueado un convoy de camiones con bienes de ayuda cuando estaba 20 kilómetros al sur de Tacloban, informó el jefe de la Cruz Roja, Richard Gordon. “Los paquetes iban a servir para abastecer a cinco mil familias”, se lamentó.
La gente, en algunos casos descalza, busca comida entre las ruinas, como latas de conservas o botellas de agua, y también elementos útiles, como maderas y lonas para resguardarse, porque llueve constantemente. Las familias con niños pequeños se reúnen bajo lonas que han instalado como techo improvisado.
“La destrucción en Tacloban causa conmoción”, aseguró Praveen Agrawal, del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU tras una visita al lugar. La organización quiere llevar desde Dubai 40 toneladas de galletas energéticas que sirvan para alimentar a los damnificados. Según el PMA, las galletas contienen cada 100 gramos 450 calorías y al menos diez gramos de proteínas.
Según los datos del gobierno, hay 4,3 millones de personas afectadas. De los 800 mil evacuados, muchos han perdido todas sus posesiones y 330 mil se encuentran en refugios de emergencia. La Cruz Roja llamó a hacer colectas en todo el país y buscaba voluntarios para empaquetar cajas de suministros para las familias.
En su camino hacia Vietnam, Yolanda se debilitó a su paso por el Mar de China meridional y después de girar en dirección Norte, por lo que las autoridades redujeron el nivel de alerta. De todas maneras, más de medio millón de personas había sido evacuado previamente en el centro del país. La mitad de ellas, en la provincia de Quang Nam, pudieron volver a sus hogares. Según la Cruz Roja, el tifón de dirige hacia la provincia de Thanh Hoa, unos 170 kilómetros al sur de Hanoi. “Por lo que se ve, tocará tierra allí como tormenta tropical”, dijo Michael Annears, director de la organización. Con ello se espera que los daños no sean graves.
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