La Justicia de Santa Cruz absolvió ayer a Víctor Cingolani, que había sido condenado a 13 años de prisión por el crimen de su ex novia, cometido en 2010 en la localidad santacruceña de Pico Truncado. El caso había tomado notoriedad pública cuando, a comienzos de este año, el hombre se casó en prisión con la hermana gemela de ella. Por el mismo asesinato, el último novio de la víctima había sido juzgado en julio pasado.

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Santa Cruz ordenó la libertad de Cingolani, de 27 años, tras resolver en su favor la apelación del fallo de primera instancia que, en junio de 2012, lo condenó por el “homicidio simple” de la modelo Johana Casas. A su vez, ratificó la pena de 12 años de prisión impuesta por este mismo caso en un segundo juicio oral al último novio de la víctima, Marcos Díaz. Esta última sentencia fue inesperada, ya que Cingolani ya estaba preso y condenado por la misma imputación y por el hecho de que Díaz había llegado procesado tan sólo como “partícipe necesario”.

“Ya está en su casa con su familia, estaba muy contento, eufórico”, comentó el abogado de Cingolani, Lucas Chacón, quien también aclaró que, al ser su defendido absuelto, “deviene redundante” el pedido de excarcelación solicitado por estar preso sin condena firme por un lapso que ya llevaba tres años y casi cinco meses.