Después de 54 días, el acampe en el Obelisco para reclamar la urbanización de las villas de la ciudad de Buenos Aires, finalmente se levantó en la tarde de ayer. Los representantes de los vecinos, la Corriente Villera Independiente (CVI) y La Poderosa, llegaron a un acuerdo con el gobierno porteño, que se comprometió a la revisión y optimización del tendido eléctrico y del sistema cloacal de los barrios, a poner a disposición de las villas dos ambulancias de uso exclusivo y a constituir una mesa de diálogo permanente para trabajar por mejoras habitacionales.

“Nos explota el pecho de la alegría. Después de 54 días de acampe, logramos una victoria política sobre un gobierno que se negó de forma permanente a atender nuestro reclamo y a reconocernos como actores sociales”, sostuvo Rafael, integrante de la Corriente Villera Independiente, en una conferencia de prensa que comenzó pasadas las 17 y oficializó el levante de la carpa.

El acuerdo quedó sellado el miércoles en un acta que fue firmada por integrantes de las dos organizaciones sociales y de autoridades porteñas de la Secretaría de Hábitat e Inclusión y del Ministerio de Desarrollo Social. También fue suscripto por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y por la Mutual Senderos de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, quienes serán responsables de verificar que se cumpla con lo pautado.

El documento, al que accedió Página/12, establece que se relevarán el sistema de agua potable y el tendido eléctrico de las villas para avanzar con su revisión y optimización, en mesas operativas integradas por los firmantes y las empresas encargadas de ofrecer los servicios.

La Defensoría se comprometió a aportar “dos ambulancias equipadas para el manejo de urgencias en las villas”. Sus choferes, paramédicos y personal médico trabajarán de manera exclusiva para los barrios y serán elegidos por el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia, la Corriente Villera Independiente y La Poderosa.

Además, mediante el acuerdo, las partes formaron una mesa permanente de diálogo para “la integración urbana de las villas” y reafirmaron el proceso de auditoría y control para el fortalecimiento y la mejora de las cooperativas de los barrios, que realiza el gobierno porteño con la Defensoría como veedora.

Nicolás, otro miembro de la CVI que firmó el acta, explicó a este diario que esta mesa de diálogo comenzará a trabajar la semana que viene, para debatir “las medidas que se van a hacer en cada barrio particular”. “Este es un logro de una carpa que simboliza los mejores valores de la cultura villera: la solidaridad y la dignidad”, señaló Nicolás, mientras una multitud de militantes y vecinos de las villas festejaba con banderas, al ritmo de bombos y silbatos.

“Se van a colocar conductos troncales en las villas 21-24, 31, 1-11-14 y 20, los barrios más grandes, que tienen cloacas pero de-sagotan en las napas. También está garantizada la pavimentación de las calles internas”, agregó.

“La urbanización no es un problema de plata, es ideológico, porque los gobiernos no quieren dar una respuesta a la falta de vivienda. Ahora tenemos que defender nuestras conquistas”, cerró su discurso Rafael. De fondo, un grupo de personas trabajaba para desarmar la estructura metálica de la carpa, ya sin su telón celeste y blanco.

Informe: Gonzalo Olaberría.