Un equipo de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) francesa se encontraba ayer buscando las causas de la caída entre los escombros del avión de Air Algérie, en la que murieron 116 personas el último jueves. Los investigadores arribaron el sábado por la noche al lugar de la catástrofe para realizar la tarea en busca de claves para dilucidar por qué el avión se estrelló en Mali, mientras realizaba el trayecto entre Uagadugú (capital de Burkina Faso) y Argel (capital de Argelia).

“Su trabajo técnico consiste en recabar un máximo de informaciones” sobre el avión y el accidente, lo cual debería tardar “unos días”, según Rémi Jouty, director de la BEA. Luego, el equipo se concentrará en la “explotación de las grabaciones y la recogida de otros datos, de control aéreo, de tipo meteorológico”, entre otros, indicó Jouty, quien dijo que era “demasiado pronto para elaborar cualquier hipótesis” sobre las causas del accidente. En el vuelo VH 5017 de Air Algérie viajaban 51 franceses.

El secretario de Transporte galo, Bernars Cazeneuve, el viernes estimó que la “hipótesis más probable” es que el avión “se estrelló por razones meteorológicas”. Además, consideró “imposible” que haya sobrevivientes. En igual sentido, el secretario de Estado francés de Transporte, Frédéric Cuvillier, dijo que es “muy poco probable, o incluso imposible, que haya sobrevivientes”.

Es importante destacar que Francia descartó “desde el principio la posibilidad de un disparo desde tierra, es altamente improbable, e incluso imposible” contra el avión, afirmó este viernes el secretario de Estado de Transportes.

Por su parte, el presidente francés François Hollande, luego de declarar que movilizaría “todos sus medios militares en Mali”, envió el sábado a la zona una veintena de gendarmes y de policías. Unos mil militares de ese país se encontraban desplegados en la región de Gossi, principalmente en Gao –la mayor ciudad del norte del país–, y colaboraron en la búsqueda del avión desaparecido. Francia mantiene bases militares en Mali desde enero de 2013, donde cuenta con “unos 1600 hombres” comprometidos en “una misión de lucha contra los grupos armados terroristas, al tiempo que apoyan” a las fuerzas malíes y de la misión de la ONU en Mali (Minusma), según el Ministerio francés de Defensa.

La segunda caja negra del avión, recuperada el sábado por expertos de la Minusma en el lugar de la catástrofe, fue trasladada el misma día a Gao, indicó el ayer el portavoz de la misión, Radia Achouri.

Militares franceses habían recuperado la primera de las dos cajas negras –que graban los parámetros de vuelo y las conversaciones en cabina– el viernes y también la llevaron a Gao, donde se encuentra “el centro de gestión táctico de las operaciones” sobre el accidente, en el que colaboran Francia, Mali y la Minusma. En tanto, el ministro de Transporte argelino, Amar Ghul, aseguró que las cajas negras serían entregadas a la Agencia Internacional de Transporte (IATA), con sede en Monreal y Ginebra.

El avión de Air Algérie, un McDonnell Douglas MD-83 alquilado a la española SwiftAir, estrelló 50 minutos después de despegar en la medianoche del jueves último. Viajaban 118 personas, de las cuales 112 eran pasajeros (54 franceses, 23 burkineses, ocho libaneses, seis argelinos y ciudadanos de otros países) y seis tripulantes españoles. Ninguno de ellos sobrevivió.

El presidente francés el sábado se reunió con los familiares de las víctimas en París e indicó que los cuerpos serán repatriados y que se alzará un monumento a las víctimas en el lugar de la tragedia. Esta sería la peor catástrofe aérea para Francia desde la del vuelo de Air France, en junio de 2009.