SOCIEDAD › LOS CORREDORES SEGUROS SE EXTIENDEN A TRES BARRIOS PORTEÑOS
Escuelas rigurosamente protegidas
Un programa con participación comunitaria se inicia mañana y abarca 21 escuelas de Caballito, San Cristóbal y Balvanera.
Por Eduardo Videla
A partir de mañana, el recorrido para ir a la escuela o volver a casa será, para 13 mil chicos de escuelas porteñas, públicas y privadas, un itinerario más seguro. Una hilera de letreros en los postes indicarán el camino protegido, donde además de un refuerzo de la vigilancia policial habrá vecinos y comerciantes involucrados con el cuidado de los chicos: los negocios que estén identificados con la leyenda “Senderos seguros”, se convertirán en un refugio adonde podrán recurrir los alumnos –primarios y secundarios– ante una situación conflictiva, sea un robo o una agresión. Las áreas amparadas en esta iniciativa están en los barrios de Caballito, San Cristóbal y Balvanera, que se suman así a la experiencia que funciona desde hace poco más de un mes en Núñez.
El programa fue impulsado por la Dirección de Políticas de Seguridad y Prevención del Delito del gobierno porteño, y en su diseño participaron las autoridades de las comisarías involucradas y los directores de las escuelas beneficiadas, con la participación de cada Centro de Gestión y Participación.
“La iniciativa pretende prevenir situaciones que pueden afectar a los chicos en los horarios de entrada o salida de los colegios”, explicó a este diario Claudio Suárez, director del Programa de Prevención del Delito. En los lugares seleccionados para esta experiencia, agregó, “se han registrado hechos esporádicos de robos, arrebatos y agresiones, aunque no en mayor medida que en otros lugares de la ciudad. Ahora, con este programa, se pretende brindar una red de protección para que los chicos -y sus padres– puedan ganar en tranquilidad”.
La premisa del programa es que, siendo las escuelas por lo general lugares seguros para los chicos, los peligros pueden acechar en el camino hacia ellas o en el regreso a casa. Los recorridos se elaboraron en conjunto con los directores de las escuelas y los jefes de las comisarías. “Todo el sendero estará señalizado con carteles de 30 por 50 centímetros, en cuatro o cinco postes de cada cuadra, con la leyenda del programa, un dibujo y el logo. Y los comercios que se adhieran pegarán un adhesivo en su vidriera”, precisó Suárez.
Carteles y stikers comenzarán a colocarse mañana. Será el lanzamiento formal de un programa gradual, en el que los comerciantes juegan un papel decisivo. “Su adhesión es voluntaria: en San Cristóbal, por ejemplo, sobre 250 comercios relevados se adhirieron 150 –explicó Suárez–. Ellos se comprometen a dar refugio y facilitar el teléfono ante una emergencia.”
A partir de la implementación del programa, un coordinador por cada zona visitará el terreno una vez por semana, organizará charlas en las escuelas y se reunirá con los padres para atender consultas y recibir sugerencias. Es lo que se viene haciendo en Núñez: “Los hechos conflictivos reportados en el último mes son casi inexistentes y la participación de los comerciantes ha sido buena”, destacó Suárez.
De las tres nuevas áreas de protección, la más extensa es la de Caballito: abarca el polígono delimitado por la Avenida Rivadavia, Martín de Gainza, Angel Gallardo y Río de Janeiro. Esta última arteria es el eje del “sendero seguro” que involucra tramos de Lambaré, Pringles, Campichuelo, Diaz Vélez y Rivadavia. Allí, además de los comercios adheridos, habrá refuerzo de la vigilancia policial, aunque no se tratará de un despliegue exagerado: dos efectivos recorrerán la zona a pie y otros dos lo harán en cuatriciclos, en los horarios de entrada y de salida de las escuelas. En total son unas 25 manzanas, donde se ubican 11 colegios públicos y privados, con un total de 6000 alumnos y docentes.
En Balvanera, el área comprometida en el programa está delimitada por la Avenida Rivadavia, Loria, Belgrano y Catamarca. El eje de los senderos seguros es la calle General Urquiza, pero están involucradas arterias vecinas como La Rioja, 24 de Noviembre, Loria, Yrigoyen, Alsina, Moreno y Venezuela. Aquí, los colegios protegidos son sólo dos: el Mariano Acosta y el Brigadier Zapiola. Tiempo atrás, en la zona del Acosta se handenunciado agresiones de patotas a estudiantes. A eso se debe la presencia policial permanente en Alsina y Urquiza. Ahora, la recorrida policial se amplía hasta Belgrano, hacia el sur, y Rivadavia, hacia el norte.
Por último, en San Cristóbal, el área protegida está comprendida por la Avenida San Juan, 24 de Noviembre, Independencia y La Rioja. Allí hay ocho establecimientos escolares, tres de ellos, privados. En esas ocho manzanas, los senderos seguros se extienden a lo largo de ocho cuadras, para lo cual serán necesarios cinco efectivos por turno escolar.