SOCIEDAD
La casa de Victoria Ocampo, destruida por un incendio
El fuego empezó a las 21, por causas desconocidas. Se trata de un monumento histórico de enorme valor cultural. Por la casona había un conflicto entre funcionarios, herederos y la Unesco.
Ardía en la noche de ayer la casona de Victoria Ocampo en San Isidro y se temía por la pérdida total de su biblioteca, muebles y objetos de arte. “En las condiciones lamentables en que estaba, esto podía pasar en cualquier momento”, afirmó la presidenta de la Asociación Pro Villa Ocampo. El edificio había sido legado en 1979 a la Unesco para actividades culturales pero, entre conflictos, quedó sumido en el abandono.
Quince dotaciones de bomberos combatían anoche el fuego en la Villa Ocampo. Había empezado pasadas las 21 y cerca de las 23 se lo consideró “controlado”, aunque los bomberos trabajaban para evitar derrumbes. No se había podido establecer el grado de destrucción de muebles, objetos y libros.
La casa contenía una biblioteca de trece mil volúmenes, muchos de ellos dedicados por sus autores a la legendaria fundadora y mecenas de la revista Sur. La casona había sido construida en 1891 por el padre de Victoria. Está en Elortondo 1811, Beccar, San Isidro. Tiene sótano, planta baja y dos pisos. Su superficie era de 1821 metros cuadrados y el parque que la rodeaba tenía 11.200 metros, asomado a las barrancas de San Isidro. Su piano de media cola había conocido las manos de Igor Stravinsky, Arthur Rubinstein, Federico García Lorca. Allí, Ocampo había recibido a Ortega y Gasset, Albert Camus, Graham Greene, Borges, Bioy Casares, Manuel Mujica Lainez, Oliverio Girondo y el gran olvidado escritor José Bianco.
Sin cambios estaban la salita de exposiciones que Victoria misma había armado con documentos y retratos, y su propio dormitorio con vista al río.
En 1973, Victoria Ocampo –escritora, mecenas y gran promotora de la vida cultural argentina– había legado la Villa Ocampo a la Unesco para actividades culturales, artísticas y científicas. Tras su muerte, en 1979, la concreción del legado quedó entorpecida durante casi un cuarto de siglo por conflictos entre herederos, sucesivos funcionarios de Cultura y de la Unesco. El año pasado, el escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky denunció que libros de la biblioteca estaban siendo vendidos por Internet.
La escritora María Esther Vázquez, presidenta de la Asociación Pro Villa Ocampo, observó que “en las condiciones lamentables en que estaba la casa, esto podía pasar en cualquier momento” y comentó que la propiedad “está asegurada en su totalidad sólo por 40.000 dólares, lo mismo que se pagó hace poco en París por un libro de Borges robado de la casa”. Vázquez sostuvo que “las autoridades de la Unesco nos han vedado la entrada”.
Anoche todavía no se habían establecido las causas del incendio.