SOCIEDAD › SUICIDIO EN LA PIAZZA SAN MARCO

Un argentino en Venecia

Un argentino de 39 años, que trabajaba como mimo y bailarín en Italia, se suicidó ayer al mediodía al tirarse del campanario de la Basílica de los Frari, ubicada en la famosa Piazza San Marco de Venecia. Una carta, a modo de testamento, daba cuenta de las posibles causas: el final de una relación amorosa y la falta de reconocimiento por su trabajo artístico.
Fabián Alejandro Oiman, un ciudadano argentino de 39 años de edad, subió hasta el campanario de la Basílica y se arrojó desde 80 metros de altura ante la mirada de cientos de turistas que, al mediodía, visitaban la Piazza San Marco. La caída culminó con la muerte del hombre que hace cuatro años había abandonado la Argentina para probar suerte en Europa, dejando a su ex esposa y a su hija, de 8 años.
No fue su primer intento. El domingo, presa de una profunda depresión, Oiman había intentado matarse en el mismo lugar. Pero el rápido accionar de la policía y los empleados de la iglesia lograron evitar que concretara su salto y, tras llevarlo a la comisaría, lo derivaron a la división psiquiátrica del hospital Umberto I de Mestre, donde debía quedar bajo tratamiento.
Sin embargo, Oiman volvió a la Basílica, entre cientos de turistas de todo el mundo, y esta vez nadie lo paró: subió las escaleras hasta la cima y se paró al lado del reloj que adorna el campanario. Abrió los brazos, respiró hondo y saltó, imitando sin saberlo a la colombiana Marina Muñoz Roldán, el único antecedente del cual se tenga memoria en este tipo de suicidios. Atrás había dejado una carta se 8 hojas donde contaba que había tomado su decisión a raíz de un fracaso amoroso y ante la incomprensión de su trabajo artístico.

Compartir: 

Twitter

 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.