Mauro López Banegas, el nene de 7 años intoxicado en Santiago del Estero por inhalar purpurina, falleció ayer en el Centro Provincial de Salud Infantil (Cepsi), de la capital provincial, donde estaba internado con diagnóstico de muerte cerebral. El médico Leandro Gamba, de ese centro asistencial, confirmó el fallecimiento que se produjo cerca del mediodía de ayer “por un cuadro de edema cerebral” como consecuencia de la hipoxia, la falta de suministro de oxígeno que le produjo la aspiración de la sustancia en los pulmones. Gamba dijo que durante las dos semanas de internación se logró, a través de lavados bronquioalveolares, “que los órganos comiencen a funcionar, aunque no se consiguió lo mismo con el cerebro”. El médico aseguró que esta muerte “deja un enorme dolor para los que lo tratamos”. El médico comentó que el fallecimiento de Mauro deja también como enseñanza “que algo que parecía tan inofensivo como la purpurina sea tan agresivo para un chico” y demandó que se empiece a alertar sobre su peligrosidad a la hora de su venta. El niño había sido internado con un cuadro clínico de “severa insuficiencia respiratoria” al que llegó tras aspirar la purpurina que había colocado en un silbato de plástico. “Mauro se nos fue”, fue lo único que dijo a la prensa Berta Banegas, la mamá del niño (foto). Su padre, Luis López, aseguró que no saben “cómo vamos a continuar, no llego a creer lo que pasó, me siento perdido. Teníamos fe en Dios, pero nada se pudo hacer”. Recordó que su hijo era “un niño divertido, en el parque nunca se cansaba de jugar, era un niño muy alegre. No sabemos cómo vamos a salir adelante”. El caso conmueve a la provincia y el dolor se expresa a través de las redes sociales. El cuerpo de Mauro López será sepultado en el cementerio de Maco.