SOCIEDAD › REPROCHE DEL PATOVICA A LA NOVIA QUE DESCUARTIZO
“Mirá lo que nos hiciste”
“Mirá lo que nos hiciste”, aseguró que repetía una y otra vez el personal trainer procesado ayer por asfixiar y descuartizar a su novia en septiembre último, en el barrio porteño de Balvanera. El joven, que también era stripper y patovica, afirmó que no mató a la joven sino que ella murió cuando la sujetó para que no le gritara y le pegara durante una pelea, y aseguró que la idea de seccionar el cadáver se la dio un amigo.
Jorge Luis Camejo Izquierdo sostuvo ante el juez que cuando vio a su novia Adriana Vancesa Navia, una instrumentista quirúrgica de 25 años, tendida en el piso sin pulso, se puso a llorar y le reprochó varias veces lo que “le había hecho hacer”. “Estábamos forcejeando y se me murió”, simplificó el acusado, y recordó que todo se inició con una pelea, la mujer se puso a gritar y él le “tapó la boca con una mano”, mientras que con la otra “trataba de abrazarla desde atrás”.
Según señaló en su indagatoria, a Navia “se le habían roto los lazos de la bata de dormir y los tenía alrededor de cuello”, motivo por el cual él la sujetó de allí para que no forcejeara y “ella de repente se fue al piso”. También recordó que en ese momento cayó de rodillas encima de su novia y soltó la cuerda, para luego comenzar a decirle que se moviera. “Pero no pasaba nada”, agregó.
El imputado explicó que cuando vio que la chica no reaccionaba, trató de reanimarla, aunque no se dio cuenta de ponerla boca arriba. Según dijo, luego de llorar junto al cuerpo decidió “moverlo hasta la bañera porque el piso estaba sucio”, tras lo cual se puso a lavar toda la casa.
Al explicar los motivos por los cuales descuartizó a la joven en la bañadera del departamento, Camejo Izquierdo dijo que fue por consejo de su amigo Lucas Coria, quien “armó toda la estrategia, tuvo toda la idea” y lo instruyó de cómo proceder: cortar el cadáver, comprar bolsas de consorcio para sacarlo y usar amoníaco para “tapar el olor”. Sin embargo, fue Coria quien denunció en la comisaría 27ª que Camejo Izquierdo había matado a su novia, luego de recibir un llamado de éste e ir a su departamento, donde se enteró de lo ocurrido.
En referencia a las armas empleadas, admitió que en el departamento había “un cuchillo grande en la cocina, que no se utilizaba nunca” y “bisturíes que había en un botiquín”.
Para la jueza, el relato del personal trainer sobre la forma en que Navia murió no es creíble porque “la fuerza física utilizada y el mecanismo elegido demuestran claramente que su intención era efectivamente quitarle la vida en forma violenta”.