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Un adolescente de 14 años fue herido de un balazo en la nuca por un vecino al que le tocó el timbre cuando jugaba al ring raje con amigos en una calle del barrio Parque Calchaquí, en el partido bonaerense de Quilmes. Luego de salir de su casa a los gritos, el hombre atacó a balazos a los jóvenes. Tras el violento episodio, el hombre fue detenido y la policía local secuestró el arma que se cree que empleó para el ataque.

El incidente de violencia urbana trascendió ayer pero se produjo el domingo en la calle 385 al 2500, donde un vecino de 52 años salió con un arma y realizó al menos seis disparos contra el grupo que se divertía con el juego infantil que consiste en tocar timbre en las casas y salir corriendo.

Tras una discusión con los jóvenes, el atacante comenzó a efectuar disparos hasta herir de un tiro a la altura de la nuca a uno de ellos. Ante los primeros disparos del agresor, los chicos empezaron a correr al grito de “nos va a matar a todos”.

La madre del joven herido, de nombre Lorena, confirmó que su hijo recibió un disparo en la nuca y se recupera en la Clínica del Niño local.

“No sé cómo es un trayecto de una bala, le tocó a Lucas, que le ingresó en la cervical. Todos los médicos que lo atendieron coinciden en que es un milagro”, dijo e indicó que el proyectil no le provocó daños graves. La mujer afirmó que cuando el agresor comenzó a perseguirlos y disparar, “los chicos comenzaron a correr y después todos se dispersaron”.

“Uno de los balazos fue para mi hijo, pero podría haber sido para cualquiera. Así como cayó herido se levantó y vino a la casa donde yo estaba”, precisó, y agregó: “Lo veo blanco como un papel y me dice ‘mami, Oscar me pegó un tiro’, ahí lo veo pasar y tenía un punto rojo en la cervical y una lágrima de sangre”.

“Estaban en la calle jugando y escuchamos disparos. Conocemos a este vecino de toda la vida, nunca pensé que podría reaccionar así”, sostuvo la mujer.

El adolescente herido fue trasladado a la Clínica del Niño, en Quilmes, donde ayer a la tarde fue sometido a diversos estudios, porque el proyectil le quedó alojado entre la segunda y tercera vértebra cervical y debido a la inflamación aún no pudieron extraérselo.

Según los vecinos, el acusado de disparar ya había tenido peleas con los jóvenes, quienes solían tocarle el timbre y arrojar la basura a la calle, por lo que salió a enfrentarlos.

“Quiero que esté en la cárcel el tiempo que sea necesario. Y que el hijo de él, si es que estuvo en el hecho, también esté preso”, reclamó la madre de la víctima. La mujer dijo desconocer por qué su vecino reaccionó de ese modo violento, dado que “los chicos estaban todos vestidos con el equipo de fútbol del club donde juegan. Habrá pensado que eran ladrones, no lo puedo entender”, agregó. “Espero que la Justicia le dé el castigo que se merece”, concluyó Lorena.