Los investigadores del femicidio de Chiara Páez (foto) secuestraron el teléfono celular del oficial de policía Rubén M., que es padre de Manuel, el novio de la chica, que confesó el crimen. En el mismo procedimiento, también secuestraron el teléfono del oficial que acompañó a Rubén M. en los rastrillajes de búsqueda del cuerpo de la adolescente. Por su parte, la división de Asuntos Internos revisó el vehículo oficial que ambos efectivos usaron durante el día del rastrillaje. Al padre del femicida confeso “no se lo ha conminado a declarar en el sentido de que se le haya atribuido un hecho delictivo, sino que se encuentra sospechado”, explicó el fiscal de Rufino, Mauricio Clavero. El fiscal regional de Venado Tuerto, Alejandro Sinópoli, explicó a este diario que al oficial Rubén M. “se le han hecho saber los derechos”. El sistema judicial santafesino “permite, sin llegar a atribución de cargos, hacer saber a alguien que está sospechado y puede ser investigado, y para eso se le hacen saber sus derechos, que entre otras cosas quiere decir que puede llamar a un defensor”. En diálogo con este diario, el fiscal Sinópoli informó también que “siguen los trabajos (de los investigadores) en la casa” donde había sido enterrado el cuerpo de Chiara. “Hay nuevos elementos y se confirma la cuestión del aborto como tema problemático, de conflicto”, dijo Sinópoli, quien recordó que la imputación que pesa sobre Manuel, su madre y su pareja incluye “aborto no consentido”.