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La Justicia espera el resultado de estudios sobre posibles evidencias del femicidio de Chiara Páez, la adolescente asesinada en Rufino y enterrada en el patio de la casa de su novio. Por una parte, el fiscal Mauricio Clavero, que investiga el crimen, informó que en los próximos días debería recibir las conclusiones del peritaje realizado a un mechón de pelo encontrado en una de las manos del cadáver de Chiara. “Aguardamos con expectativa el laboratorio que se está llevando a cabo porque, en caso de que los pelos contengan los bulbos, podríamos hacer un ADN para saber a quién pertenecen”, explicó Clavero. Clavero también espera las conclusiones de peritajes practicados sobre el teléfono celular de la joven, que fue hallado –aunque sin el chip– por vecinos, mientras la policía aún buscaba a la adolescente. En tanto, el fiscal Juan Pablo Lavini Rosset, que lleva adelante la causa paralela acerca del presunto intento de aborto medicamentoso del embarazo que cursaba Chiara, informó que hoy comenzarán los peritajes en los teléfonos celulares de la madre, la tía y la hermana de la adolescente, que ya fueron notificadas del inicio de la causa.

El teléfono celular de Chiara está siendo analizado por peritos en comunicaciones de la policía provincial, por solicitud del fiscal Clavero. Había sido encontrado por vecinos de la familia el mismo domingo en que se realizaban los operativos para dar con la chica. “A pesar de que el chip no fue hallado, los técnicos aseguraron que, al poder encender el teléfono, se podría acceder a información que queda registrada en la memoria del aparato”, explicó el funcionario judicial.

Mientras tanto, el Ministerio Público de la Acusación santafesino informó que los peritajes sobre los celulares de la madre, la tía y la hermana de Chiara se practicarán una vez que esté “la autorización de la jueza de la investigación penal preparatoria, Lorena Garini, para que los técnicos puedan ‘abrir’ los teléfonos”. Los estudios corresponden a la investigación paralela, llevada adelante por el fiscal Lavini Rosset, luego de que en la sangre de Chiara se hallaran restos de un medicamento utilizado para inducir abortos, y establecer que la madre de la joven conocía el dato pero no lo compartió con el fiscal Clavero.

La abogada de la familia Páez, Natalia Ferrero, dijo estar sorprendida por esa causa paralela. “La familia (de Chiara) ha prestado una colaboración total y completa y en ningún momento incurrió en una actitud de ocultar algún tipo de información”, explicó. “Lo único que no manifiesta la mamá de Chiara en el momento de la desaparición es que Chiara estaba embarazada”, algo vinculado a que la mujer, católica practicante, “omitió esa información por no considerarla relevante”, agregó la letrada.