El maquinista del tren que chocó el domingo último a la noche contra una locomotora en la estación de Temperley quedó detenido ayer, junto con su ayudante. Diego Sánchez y Nicolás Navarro fueron detenidos por orden del juez Alberto Santamarina, subrogante del Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora, imputados por el delito de estrago agravado.

En las próximas horas, según fuentes judiciales, se les tomará a ambos declaración indagatoria y tras ello se definirá si el delito que se les imputa es doloso, es decir, que el maquinista se figuraba que podía ocurrir una tragedia, o culposo, que no le quita responsabilidad, pero que considera el caso como ocurrido a partir de una acción involuntaria.

El choque se produjo el domingo pasado a las 21.30, en la línea Roca ramal Temperley hacia la terminal Gutiérrez. La formación 2277, conducida por el maquinista Diego Sánchez, que tiene ocho años de antigüedad en el servicio, y su acompañante Nicolás Navarro, partió del andén de la estación Temperley en dirección a la estación Mármol.

Según denunció el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, durante una conferencia de prensa en Casa de Gobierno el lunes pasado, Sánchez inició la marcha de la formación 2277 un minuto antes del horario que le correspondía y con luz roja de peligro en el extremo del andén. Según la denuncia del funcionario, cuando Sánchez inició la marcha desde la central de control comenzaron a pedirle que se detuviera. En ese recorrido pasó otra luz roja antes de chocar contra la locomotora A921, conducida por Pablo Mariscal, quien tiene 12 años de antigüedad.

El juez Santamarina recibió el lunes los videos que contienen las imágenes del siniestro, tras recorrer el lugar junto al fiscal federal Sergio Mola.

El video registra el momento en el que se produjo la colisión de la formación diésel 2277 contra la máquina A921 que operaba en la playa de maniobras, luego de hacer caso omiso a dos señales en rojo y a la voz de alerta de la torre de control, que durante 28 segundos le pidió que se detuviese. Durante la conferencia de prensa, Randazzo no dudó en catalogar el choque como “sabotaje”, pero luego agregó que se trató de un “sabotaje que la Justicia va a investigar”.

Ayer, el propio jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró tener “absoluta” convicción de que el choque de la formación 2277 en Temperley se produjo por un sabotaje y sostuvo que la información remitida a la Justicia para su investigación “va a traerle un dolorcito de cabeza al motorman”.

De hecho, sugirió que, por la forma en que se produjo el choque, quien conducía la formación debía “estar prevenido” de que eso iba a suceder, con lo cual –indicó– “no debe tener ni un magullón ni por casualidad”.

“Absolutamente”, respondió Fernández cuando durante una entrevista radial le preguntaron si él coincidía con la visión planteada por Randazzo.

“No es una casualidad –dijo Fernández– sino una causalidad” dado que “era justo el día en que Randazzo presentaba los 300 vagones nuevos en el lugar”. “Alguien lo motivó; busquemos quién”, afirmó el jefe de Gabinete respecto de lo sucedido.

También hizo referencia a “las grabaciones de la cabina” que muestran que “le dicen (desde la torre de control) seis o siete veces que se detenga” al maquinista cuando pasaba “semáforos que estaban en rojo”. Además, consignó como un dato relevante el hecho de que la formación que chocó haya salido antes de la hora pautada para su partida, a pesar de que la diferencia es de “27 segundos”. “El tren colisiona 40 segundos después de haber salido del lugar, los que no debería haber hecho. Los semáforos que fue cruzando estaban en rojo y en las grabaciones se escucha que seis o siete veces le indican que se detenga y no se detiene”, aseveró Fernández.

Al hacer referencia a la coincidencia del choque con la jornada en la que iban a ser presentados nuevos vagones, el jefe de Gabinete sostuvo que “la vieja situación (vagones antiguos) no les convenía a los pasajeros, pero, al resto pareciera ser que sí”.

Fuentes de la investigación dieron a conocer ayer imágenes pertenecientes a la cámara de la locomotora del tren 2277. El video muestra cómo el conductor inicia la marcha del tren a pesar de que tenía el semáforo en rojo y, por lo tanto, no estaba autorizado a hacerlo.

Asimismo, revela que a los pocos metros, antes de salir de la estación, se escucha la primera orden por parte de la torre de control que le indica al conductor de detener la formación.

Las imágenes y el audio del video permitieron certificar a los investigadores que tras pasar el segundo semáforo en rojo la torre de control le realiza seis pedidos más para que se detenga, pero el maquinista continúa acelerando hasta impactar con la locomotora que circulaba en sentido contrario.

Las fuentes judiciales indicaron que la formación también pasó por un cruce de vías no habilitado para la dirección en la que circulaba el tren.