SOCIEDAD › EN SANTA FE, JUZGAN A LOS DUEñOS Y EXPLOTADORES DE UN PROSTíBULO

Cómo seguir la ruta del dinero

El Encuentro fue habilitado como bar, pero en los hechos funcionaba como prostíbulo donde eran explotadas mujeres argentinas, dominicanas y paraguayas, una de ellas menor de edad. Declararán 70 testigos. Los dueños también serán investigados por lavado de activos.

 Por Soledad Vallejos

La Justicia santafesina comenzó a juzgar a tres hombres acusados de facilitamiento y explotación económica de la prostitución, en un caso que investigó el funcionamiento de El Encuentro, un boliche a la entrada de Melincué en el que las mujeres –entre ellas, una chica de 16 años– debían pagar a los proxenetas parte del dinero generado por sus propios cuerpos. Ayer, en la primera audiencia, G.L. y G.P., dueños y administradores del boliche –para quienes la fiscalía pidió 18 años y seis meses y 17 años de prisión, respectivamente–, y M.B., dueño del inmueble –para quien la fiscalía pidió tres años y ocho meses de prisión– se negaron a declarar. Sin embargo, la investigación del fiscal de Melincué, Matías Merlo, habló por ellos, cuando durante más de dos horas en la sala se dieron a conocer escuchas en las cuales acordaban precios y daban cuenta del funcionamiento del lugar y la dinámica del proxenetismo. El juicio se extenderá durante diez jornadas más, al cabo de las cuales ante los jueces Jorge Jáuregui, Benjamín Révori y Silvina Marinucci declararán alrededor de 70 testigos.

La investigación comenzó en febrero de 2014, a partir de una denuncia que la Fundación María de los Angeles radicó ante la Dirección Trata de Personas de la provincia. El 25 de mayo del año pasado, la investigación derivó en un allanamiento a El Encuentro. “Al momento de los hechos había una menor siendo explotada, que después dio testimonio en cámara Gesell. También había argentinas, dominicanas y cinco mujeres paraguayas, todas mayores de edad”, contó a este diario el fiscal Merlo. El lugar fue clausurado; en la casa de uno de los imputados –todos de entre 45 y 50 años y oriundos de Melincué– se decomisaron 150 mil pesos, que la fiscalía pide que sean derivados al “Estado provincial, para que los usen en programas de asistencia a víctimas de delitos sexuales”. La fiscalía también pidió que el inmueble donde funcionaba El Encuentro y los lugares de las inmediaciones donde estaban los “privados”, en los que las mujeres mantenían relaciones sexuales con los clientes, fueran decomisados.

En las escuchas telefónicas que los jueces pudieron conocer ayer por la tarde, “quedó claro que los imputados imponían dos tipos de acuerdos a las mujeres” que eran explotadas allí. “En uno, la mujer pagaba 120 pesos por día y no les daba parte de cada pase sexual que hiciera. En otro, por cada pase que hacía, la mujer les daba 80 pesos. Aparte, las mujeres compartían un porcentaje de las copas que tomaran los clientes. De las escuchas también se desprendió que, si la mujer salía con un cliente fuera del horario de funcionamiento del bar, les cobraban distintas sumas de dinero”, detalló a Página/12 el fiscal. La infraestructura del negocio estaba lejos de ser casual o improvisada: “Los pases se hacían en un predio en el que uno de los imputados construyó una casa que era utilizada como privados, a cuatro cuadras, y en un hotel alojamiento de Melincué”, añadió.

El Encuentro quedaba a la entrada de Melincué, a unas 15 cuadras del centro, y no sobre la ruta sino como tierra adentro. En 2012, en el mismo lugar se habían practicado dos procedimientos por motivos similares al investigado por esta causa, uno de la Justicia provincial, por presunta infracción a la Ley de profilaxis, y otro de la Justicia Federal, por posible trata. Los imputados, sin embargo, eran otros, y las acusaciones llegaron a involucrar al intendente Gabriel Rébora, procesado por el caso (ver aparte).

A los imputados en la causa por facilitamiento y explotación económica de la prostitución, que continuará hoy, con declaraciones de personal policial de la División Trata de Personas y de la representante de la Fundación María de los Angeles en Rosario, también se los investigará por lavado de activos. En los papeles, uno de ellos tenía actividad como empresario del transporte, pero está lejos de poder explicar por qué en un solo año llegó a tener ingresos por dos millones de pesos. El dueño del predio donde funcionó El Encuentro “tiene inmuebles y un hotel en Melincué”, y “el tercero no tenía actividad económica formal”, dijo Merlo.

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La investigación comenzó tras una denuncia por trata de la Fundación María de los Angeles.
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