Un terremoto de 8,4 grados de magnitud golpeó ayer minutos antes de las 20 el centro y norte de Chile. Causó tres muertos, una decena de heridos y activó un alerta de tsunami para la costa del Pacífico. Las primeras víctimas corresponden a dos mujeres y un hombre, este último de unos 80 años, fallecido de un infarto. La presidenta Michelle Bachelet dio un mensaje anoche para llevar tranquilidad a la población, hacer un balance y explicar los recaudos que se habían tomado. También anunció que a primera hora del jueves viajará a las zonas más afectadas.

Las clases fueron suspendidas en las poblaciones costeras de la región centro-norte, la más damnificadas.

Una decena de heridos y varias casas derrumbadas se reportaban en Illapel, un pueblo de 31.000 habitantes, ubicado a unos 230 kilómetros al norte de Santiago y muy cerca del epicentro del sismo ocurrido a las 19.54.

El terremoto activó una alerta de tsunami en las costas del Pacífico. Las primeras olas, de menor intensidad, habían llegado ya a algunas playas de las costas chilenas. “El terremoto hace indispensable una evacuación preventiva en todo el borde costero de nuestro país”, había indicado Jorge Burgos, ministro del Interior y Seguridad, a los pocos minutos después de ocurrido el evento sísmico.

En primera instancia, el Centro Sismológico Nacional (CSN) de Chile había anunciado que el terremoto tuvo una magnitud de 7,2 grados, pero más tarde corrigió su estimación a 8,4 grados. El Servicio Sismológico de Estados Unidos (USGS) lo situó en 8,3 grados de magnitud.

El movimiento se sintió también en Argentina, especialmente en la zona fronteriza con Chile, pero también en Buenos Aires, donde la población evacuó edificios (ver nota aparte). Perú declaró un alerta de tsunami, pero la levantó una hora después. Ecuador descartó emitir alerta de tsunami, aunque en California, Estados Unidos, se declaró una advertencia por ese motivo.

En Santiago, el sismo generó escenas de pánico y la evacuación de miles de personas desde edificios, pero no provocó cortes de luz ni mayores daños. “Veníamos saliendo de nuestro edificio y comenzó a moverse todo muy fuerte. Fue tremendo el piso se movió con mucha fuerza”, relató Pablo Cifuentes, un habitante de Santiago, a radio Cooperativa.

Ubicada cerca del epicentro del terremoto, la cuprífera Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, con cerca del 11 por ciento del total mundial, informó que ni sus trabajadores ni sus operaciones sufrieron daños. “La Corporación mantendrá sus sistemas de monitoreo activados ante esta alarma sísmica de modo de resguardar la seguridad de las personas y de las instalaciones”, indicó un comunicado de la minera.

Chile es uno de los países más sísmicos del mundo. En 2014, un sismo de 8,2 grados en la zona norte, en Iquique, dejó seis personas fallecidas.

Anoche, tras la alerta de tsunami, la población comenzó a evacuar en todas las ciudades costeras del país sin mayores alteraciones. “La gente corría para todas partes, no sabíamos hacia dónde correr”, dijo Gloria Navarro, una habitante de la ciudad de La Serena, en el norte chileno, cuya costa fue evacuada.

La evacuación también se realizó en Isla de Pascua (unos 3750 kilómetros del continente) y el archipiélago de Juan Fernández (unos 670 kilómetros de la costa).

En la región de Coquimbo, donde se registró el sismo, el oleaje del mar alcanzó la avenida costera, al igual que en la región de Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de Santiago. Las autoridades indicaron que se esperaban más marejadas en el transcurso de la madrugada.

En la ciudad de La Serena, ubicada en esta región, se registraron daños de consideración en el centro comercial más importante de esa localidad, donde decenas de personas que se encontraban en su interior lograron escapar.

Los servicios básicos funcionaron en Santiago al igual que Internet y la red de datos de los teléfonos celulares, mientras que el aeropuerto fue evacuado por orden de las autoridades. Las empresas aeronáuticas debieron cancelar sus vuelos.

En tanto, la telefonía colapsó y el metro (subte) de la capital chilena interrumpió por una hora sus servicios ante las fuertes réplicas que siguieron al terremoto, una de ellas de 6.5 grados. Hubo una docena de esas réplicas.

En el 2010, la zona central de Chile fue sacudida por un terremoto de 8,8 y posterior tsunami que dejó más de 500 muertos.