Viernes, 6 de noviembre de 2015 | Hoy
SOCIEDAD › CONVOCATORIA DE VARONES EN EL CENTRO PORTEÑO EN CONTRA DE LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES
El grupo se concentró en Corrientes y Callao y marchó hasta el Obelisco con la consigna “Uno más x ni una menos”. La convocatoria se organizó a través de Internet y contó con el respaldo de organizaciones sociales y colectivos feministas y trans.
Un grupo de hombres con pollera se concentró ayer por la tarde en el centro porteño para manifestarse contra la violencia de género. La convocatoria, surgida luego del crimen de Diana Sacayán, ocurrido en una semana donde se produjeron nueve femicidios, surgió en redes sociales bajo la consigna “Uno más x ni una menos”. Ante la mirada curiosa de los vecinos y los automovilistas de la hora pico, marcharon desde Callao y Corrientes hasta el Obelisco, donde leyeron las consignas que promovieron la convocatoria, que se repitió en otras ciudades del país de manera simultánea. En ese marco, hombres autoconvocados y de distintas agrupaciones consideraron “un gran avance” la norma aprobada el miércoles pasado por el Congreso para crear un cuerpo de abogados que asista de manera gratuita a las víctimas de violencia de género, aunque –insistieron– “todavía hay mucho para hacer, desde el Estado y desde el ámbito privado”.
Con lunares, con cuadros y con flores: los estampados de las polleras que cortaron el tránsito fueron muchos y los vistieron hombres de todas las edades. La convocatoria se organizó a través de Internet y contó con el respaldo de organizaciones sociales y colectivos feministas y trans. A modo de desafío, la invitación al encuentro proponía: “Ponete la pollera si sos hombre”. Y así lo hicieron chicos, jóvenes y adultos, que acompañados de algunas mujeres caminaron desde la esquina de Callao y Corrientes hasta el Obelisco detrás de una gran bandera blanca que evocaba el hashtag que se utilizó en redes sociales, UnoMásXNiUnaMenos.
“Ponerse una pollera significa muchas cosas, es por la empatía, por ponerse en el lugar del otro, y también para terminar con viejos estereotipos y roles que parecen estar asignados desde que nacemos”, contó Pablo, un joven no agrupado que vio la convocatoria en Facebook y le pareció interesante. María Marta también vio la invitación al encuentro en redes sociales y decidió llevar a su hijo de 8 años al evento. “Conversamos mucho de este tema. Me parece que la única manera de cambiarlo es educando a nuestros hijos para que no reproduzcan estas historias”, señaló la mujer, tomada de la mano del chico con pollera. En el mismo sentido opinó Enrique Samar, de 64, ex director de escuela, que resaltó que la educación “es clave” y que “todo lo que nos dicen y le decimos a nuestros hijos de chiquitos los va a marcar toda la vida”.
Cerca de las siete de la tarde y con buena parte de la avenida Corrientes cortada, el grupo se acercó hasta el Obelisco, donde se leyeron algunas consignas, una suerte de manifiesto del heterogéneo grupo convocado, en el que confluyeron hombres y mujeres no-agrupados así como colectivos por los derechos de la mujer y de la comunidad trans. En ese sentido, se mencionó el pedido de justicia por el crimen de la activista trans Diana Sacayán, así como por el resto de los casos de violencia de género.
“Vinimos porque no podemos tolerar los casos de femicidios y travesticidios, que parecen aumentar todos los días y recrudecerse cada vez más. Creemos que como varones tenemos que transformar nuestras propias prácticas pero también organizarnos para visibilizar este tipo de violencia”, señaló Rodrigo Torres, del Colectivo de Varones Antipatriarcales. Además, consideró “un gran avance” la norma aprobada el miércoles por la Cámara de Diputados para crear un cuerpo de abogados que asista de manera gratuita a las víctimas de violencia de género. “Creemos que hubo aportes importantes desde el Estado y también desde la sociedad, como la convocatoria Ni una menos, pero todavía hay mucho trabajo por hacer y hay que seguir militando las leyes para que se implementen de hecho”, agregó.
Según un informe anual de la ONG La Casa del Encuentro, durante 2014 se registraron 277 femicidios en el país, que dejaron a 330 personas huérfanas de madre. En el 56 por ciento de los casos, el presunto femicida era pareja o ex pareja de la víctima, en el 20 el agresor no tenía vínculo con la mujer y en el 7, la relación entre ambos era de tipo familiar. La masiva convocatoria Ni una menos, que se realizó el 3 de junio pasado e hizo visible la necesidad de impulsar políticas para revertir estas cifras, generó un aumento en las denuncias de este tipo de casos, que suelen ser silenciados. Tras esa movilización, se creó la Unidad de Registro de Femicidios, y esta semana se hizo ley la asistencia jurídica y gratuita a las víctimas de violencia de género, en una iniciativa presentada por el senador Juan Abal Medina.
Informe: Paz Azcárate.
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