Tres habitantes del barrio Quebrada Las Rosas en la provincia de Córdoba irán a juicio por el homicidio del joven José Luis Díaz, de 23 años, que murió tras recibir una brutal golpiza por parte de un grupo de al menos diez personas que lo identificó como partícipe de un robo. Otros cuatro hombres fueron sobreseídos porque se puso en efecto el “beneficio de la duda”, según informaron desde la Fiscalía de Instrucción I que encabeza Rubén Caro. El delito que se les imputa a los presuntos agresores está previsto en el artículo 95 del Código Penal, que establece en su contenido una pena de dos a seis años de prisión cuando en una situación de “riña o agresión en que tomaren parte más de dos personas, resultare la muerte de otra, sin que constare quiénes las causaron, ya que se tendrá por autores a todos los que ejercieron violencia”.

El robo y el ataque ocurrieron el 11 de junio de 2015. Según relataron los testigos del episodio, José Luis Díaz y Claudio Domínguez Ceballos (de 21 años) habrían asaltado y golpeado a un adolescente de 16 años que caminaba escuchando música con su celular. De acuerdo al relato de los presentes, los asaltantes utilizaron un arma de juguete para amenazar al joven.

Sin embargo, el adolescente notó de inmediato que se trataba de un truco y fue por ese motivo que empezó a resistirse para conservar su celular. Según los testigos, fue en ese momento en que los asaltantes golpearon al joven, dejándole una lesión sangrante en la cabeza.

Al ver que Ceballos y Díaz golpeaban al adolescente, los vecinos los detuvieron. Sin embargo, un grupo de personas inició una golpiza que dejó gravemente herido a Díaz, que debió ser trasladado de urgencia a un centro de atención. Finalmente y tras agonizar durante trece días en el hospital, el joven murió el 23 de junio, a causa de un traumatismo encefálico agravado por lesiones secundarias por falta de oxigenación, broncoaspiración y convulsiones.

En un primer momento, trascendió por parte de fuentes policiales la existencia de un “pacto de silencio” entre los vecinos para no declarar, pero finalmente la policía pudo avanzar en la identificación de los participantes en el “linchamiento”.

“Fue un proceso múltiple: colaboraron distintas personas, rastreamos los comentarios en Facebook y también hubo llamados anónimos. También algunos avergonzados y arrepentidos, al ver el cariz que tomaban los acontecimientos, decidieron hablar. Después, fuimos filtrando hasta que quedaron los primeros nombres. Con todo esto junto logramos ir reuniendo la prueba que nos llevó a estos imputados”. De esta forma explicaba una fuente judicial el proceso para dar con los imputados. Por ahora, los acusados, de 35 a 65 años, continuarán en libertad.

Díaz había sido criado por su tía materna. Su madre había sido asesinada por un hombre que era su pareja y que luego se suicidó. José había encontrado los cadáveres. “Quiero que se haga justicia, tengo esperanza de que vayan presos, porque si mi hijo hubiese estado vivo, él hubiese pagado su condena. No porque tengan plata o tengan esto, que ellos paguen también, ellos pueden decir lo que quieran, que mi hijo era chorro, ladrón, lo que quieran, pero era humano también”, dijo luego del ataque la tía de José.