Las cajas negras del avión de FlyDubai que se estrelló el fin de semana en la ciudad rusa de Rostov del Don, en el que perdieron la vida sus 62 pasajeros y tripulantes, están seriamente dañadas, por lo que se complicaría establecer las causas que provocaron el siniestro. La compañía aérea emiratí asegura que tanto el piloto como el copiloto de la nave acreditaban experiencia y miles de horas de vuelo. Asimismo, desde el Ministerio de Transportes ruso adelantaron que la identificación de los restos de las víctimas –entre ellos dos españoles y una colombiana– demorará al menos dos semanas, para lo cual más de 800 personas y 170 vehículos seguían trabajando en la zona para recoger los restos del aparato y garantizar la localización de los fallecidos.

El Boeing 737-800 que realizaba el vuelo FZ981 de Dubai a Rostov del Don se estrelló a las 3.40 del sábado (21.40 del viernes, en Argentina) en el aeropuerto de destino durante el aterrizaje realizado en condiciones de baja visibilidad y no dejó sobrevivientes. La fuerza con la que se precipitó la aeronave, y la explosión que siguió al choque, deshizo en pedazos el aparato y esparció sus ruinas en un radio de un kilómetro del epicentro del siniestro.

Según informó en un comunicado el Comité Interestatal de Aviación (MAK, por sus siglas en ruso), “los registradores de vuelo presentan graves daños; pese a ello, la labor del descifrado comenzó sin dilaciones”, pero podrían no aportar información decisiva para develar por qué ocurrió el accidente. Los servicios de rescate rusos ya localizaron 183 fragmentos de cuerpos y la búsqueda continúa en una superficie de diez hectáreas, según informó un portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencias ruso.

Habida cuenta del crecimiento exponencial de las aerolíneas del Golfo Pérsico, la Asociación Española de Usuarios, Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (Asetra) abogó por investigar si FlyDubai cumple con los requisitos de seguridad operacional y con las condiciones de trabajo y descanso de sus tripulantes. Al respecto, el presidente ejecutivo de la aerolínea emiratí, Gaiz al Gaiz, aseguró que tanto el piloto –de nacionalidad chipriota– como el copiloto reunían sobrada experiencia, con más de 5700 horas de vuelo cada uno, y anunció que indemnizará con 20 mil dólares a cada familia a manera de compensación para satisfacer las necesidades económicas urgentes que puedan presentarse.

El papa Francisco envió sus “sinceras condolencias” a los familiares de las víctimas de la catástrofe aérea rusa. Un telegrama firmado por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, remarcó que “Su Santidad encomienda las almas de los fallecidos a Dios e implora dones divinos de consuelo, fortaleza y esperanza a aquellos que lloran su muerte”.

El Boeing cayó bruscamente sobre el aeropuerto de Rostov del Don tras pasar dos horas y media dando vueltas sobre esa ciudad a la espera de que las pésimas condiciones meteorológicas permitieran su aterrizaje. Precisamente la mayoría de los expertos rusos consultados señalaron que el mal tiempo –densa niebla, lluvia incesante y rachas de viento lateral de hasta 16 metros por segundo– aconsejaba desviar el vuelo a otra ciudad, recomendación acatada por un vuelo de la compañía rusa Aeroflot luego de tres intentos fallidos de aterrizar en Rostov del Don, todos ellos emprendidos mientras el vuelo FZ 981 de FlyDubai ya sobrevolaba la ciudad tras haber fracasado en su primer intento de aterrizaje.

En el Boeing 738 viajaban 55 pasajeros (18 hombres, 33 mujeres y 4 niños), y 7 tripulantes. Todos fallecieron en el acto cuando el aparato chocó violentamente contra la tierra aproximadamente a las 3.40 hora local y apenas a unos 250 metros de la pista de aterrizaje, según afirmaron las autoridades aeroportuarias. De los 62 pasajeros fallecidos, la mayoría eran rusos residentes en la región de Rostov del Don que habían viajado a los Emiratos Arabes como turistas.