Tras diez días sin una respuesta de la Justicia y de las autoridades municipales de Miramar, organismos de derechos humanos y organizaciones sindicales y sociales firmaron una declaración conjunta para reclamar “una profunda investigación” por la detención ilegal y las torturas sufridas por un militante estudiantil y de la diversidad sexual. Las entidades exigen identificar tanto “a los responsables materiales de los apremios” como a quienes tengan distintos grados de responsabilidad y complicidad en “la conducción de la Unidad de Policía de Prevención Local de Miramar”.

La declaración está firmada por 100% Diversidad y Derechos, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y los organismos de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desa- parecidos y Detenidos por Razones Políticas e HIJOS Capital. En cuanto a las organizaciones sindicales, adhirieron la CTA de los Trabajadores - Provincia de Buenos Aires, el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), la Secretaría de DD.HH. - Foetra y el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop). También se sumaron el Colectivo Ni Una Menos, Murgas por la Identidad, Federación de Estudiantes Secundarios (FES) y la Asamblea de Flores.

En el comunicado, las entidades reclamaron justicia por lo ocurrido el 14 de marzo y expresaron que “no se trata de un caso aislado” sino que “se enmarca en un clima político e institucional de violencia y desigualdad”. Según contó a Página/12 Daniel Blengio, padre del joven agredido, venía siendo perseguido por oficiales de la Policía Bonaerense de la ciudad balnearia. “Nos sentimos muy acompañados por los distintos organismos que se manifiestan”, dijo el hombre, que también destacó la “ausencia” del Poder Ejecutivo local. “Excepto los concejales que pidieron informes para que se expidan sobre el procedimiento de las fuerzas de seguridad, todavía ninguna de las autoridades de Miramar se manifestó de manera pública o privada sobre lo ocurrido”, sostuvo.

Los firmantes del documento consideraron que “ante este tipo de situaciones la sociedad argentina requiere una condena que deje totalmente en claro que este tipo de prácticas policiales no tienen el más mínimo nivel de tolerancia en el marco democrático”.

“No podemos dejar de enmarcar esta situación en un contexto institucional que es permeable a las actitudes represivas y discriminatorias”, insistió a Página/12 Greta Pena, presidenta de la Asociación Civil 100% Diversidad de Derechos. La activista consideró que “es preocupante la cantidad de casos de similares características que se están dando, como los que se registraron en los últimos meses en Mar del Plata”. Como muchas otras organizaciones, la que preside Pena se acercó a la familia Blengio para manifestarles su apoyo, “sumar su pedido de justicia y colaborar en la visibilización del caso en la opinión pública”.

El domingo 13, en la zona de la costa, dos uniformados detuvieron a Lautaro y otros tres amigos. Los requisaron y averiguaron sus antecedentes, aunque no encontraron nada. Al operativo se sumaron tres patrulleros que cerraron la calle y uno de los policías que bajó de esos móviles volvió a pedir una requisa. Según contó el papá del joven, como Lautaro pidió identificación al uniformado, en medio de amenazas, lo tomaron del cuello y le golpearon la cabeza contra el capot de un auto. Esa noche, los policías retuvieron el DNI y el celular del estudiante. Al día siguiente, el lunes, Lautaro fue interceptado por un Fiat 600 en el que viajaban uno de los policías que lo había requisado la noche anterior. Así, lo alejaron del lugar y lo bajaron del auto, donde el policía lo golpeó, le apagó el cigarrillo en el cuerpo y lo tajeó con una navaja.

En diálogo con este diario, el papá de Lautaro sostuvo que la familia está “aguardando que actúe la Justicia”, luego de que el joven pudiera reconocer a uno de los hombres que lo atacó. “Lautaro fue arrebatado de la calle, encapuchado, golpeado y torturado como se hizo en las peores épocas de este país”, agregó Blengio. Además de la ausencia de una manifestación pública por parte de las autoridades del municipio que encabeza el massista Germán Di Cesate, el hombre contó que, “los medios locales están ensañados con Lautaro, de quien dicen toda clase de barbaridades, sabiendo que es un menor y que deben preservar su intimidad”. Blengio consideró que “es muy difícil el momento” que vive su hijo y que “está intentando volver a su rutina normal, aunque vive “con miedo y está siendo custodiado por la Prefectura”.

También se pronunció la organización Mujeres Trans Argentina, que manifestó, a través de otro comunicado, que lo ocurrido en Miramar “fue un delito gravísimo y también una advertencia para todxs, para las identidades trans, gays, lesbianas y para todos los que creemos en la diversidad”. Así, la agrupación exigió que “el gobierno nacional, provincial y municipal adopten inmediatas actuaciones para erradicar la homofobia de las prácticas de las fuerzas de seguridad”. “En Miramar un joven espera, en todos lados nosotras luchamos”, concluyó el mensaje.

Informe: Paz Azcárate.