La madre de una chica de 12 años que sufrió una violación en el partido bonaerense de Hurlingham se hizo pasar por su hija a través de WhatsApp para obtener pruebas en contra del supuesto agresor, un militar en actividad. A fines del año pasado, la nena llegó a estar desaparecida unas 8 horas y fue librada a su suerte por su violador en la terminal de Retiro. En su momento la menor no contó que había sido abusada. “Vos sos muy chica y voy a tener problemas, no le digas nada a tu mamá”, fue uno de los mensajes que el abusador dejó días después en el celular de la víctima, quien finalmente le relató a su mamá lo sucedido y médicos particulares pudieron constatar sus lesiones. Ahora, la mujer denuncia que la policía nunca dio intervención a la Justicia y que el agresor presuntamente identificado ni siquiera fue detenido.

Todo comenzó a fines de 2015 cuando la nena de 12 años conoció a un suboficial del Ejército de 24 años en una heladería de San Fernando. El militar logró que la niña le diera su número de celular. La llevó engañada a su casa en William Morris, la encerró y la violó, según relató la madre. Luego la abandonó en Retiro. “La investigación la hice por mi cuenta. Me hice pasar por mi hija y seguí el diálogo con él: me incitaba a que le mandara fotos, decía que la quería ver, tener sexo y especialmente que no me contara nada a mí”, contó la mujer. Con los elementos aportados por la denunciante, fuentes judiciales aseguraron que se llevarán a cabo peritajes al celular de la niña, quien deberá continuar con el tratamiento psicológico iniciado por las secuelas que le produjo el hecho.