El presidente Mauricio Macri presentó ayer en el Salón Blanco, de la Casa Rosada,el Plan Nacional del Gobierno contra la violencia hacia las mujeres. Se trata de un ambicioso conjunto de medidas –69 y 137 acciones– que, según se anunció, se irán implementando a lo largo de los próximos tres años, a partir de 2017. Incluye la construcción de una red de 36 hogares integrales en distintos puntos del país, el uso de tobilleras electrónicas con sistema de geolocalización para monitorear a los agresores que tengan que cumplir con medidas cautelares, una aplicación para teléfonos celulares que con solo ser agitados disparen tres teléfonos para pedir ayuda inmediata, líneas de microcréditos para víctimas, la creación de un programa de acompañantes para apoyarlas durante la llamada “ruta crítica” que enfrentan en los laberintos de la Justicia, la modificación de las currículas educativas desde el nivel inicial hasta la secundaria, la reglamentación de la ley de patrocinio jurídico gratuito, capacitación permanente de las fuerzas de seguridad, operadores de la salud, y docentes, campañas en los medios contra el acoso callejero y otras formas de violencia machista, el fortalecimiento de las áreas “Mujer” de cada provincia para que garanticen un servicio interdisciplinario de atención integral a “las mujeres en situación de violencia” y también programas de reeducación para varones violentos. En diálogo con Página/12, la titular del Consejo Nacional de las Mujeres, Fabiana Túñez, precisó que el Plan tendrá una asignación presupuestaria de 750 millones de pesos para los programas que se lleven adelante directamente desde el organismo, “a lo que hay que sumar” las partidas que se destinen a cada ministerio para las políticas específicas.

Durante el acto, Macri recordó que en la Argentina “cada 37 horas” una mujer es asesinada por ser mujer. Lo acompañaron la vicepresidenta Gabriela Michetti, la ministra de Desarrollo, Carolina Stanley, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y la presidenta del CNM. En el Salón Blanco estuvieron representantes de organizaciones de la sociedad civil y familiares de víctimas de femicidios. Macri dijo que “tenemos que desterrar los patrones culturales que naturalizan la violencia de género”. Y llamó a las mujeres “a que confíen y que nos llamen a la línea 144” porque “las podemos ayudar”. El anuncio se hizo semanas después de que trabajadoras y trabajadores de la Dirección General de la Mujer del gobierno porteño denunciaron en la Legislatura la situación crítica en la que se encuentra el área, de la que depende la atención a mujeres víctimas de violencia machista de la Ciudad. Y cuando casi 200 entidades de mujeres, gremiales, estudiantiles, universitarias, espacios académicos y agrupaciones políticas de todo el país expresaron su preocupación por la situación de precariedad laboral en la que se encuentran las y los trabajadores del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, que depende del Ministerio de Educación a cargo de Esteban Bullrich. Y exigieron la continuidad de las acciones que venía desarrollando el programa, las únicas de alcance nacional dirigidas a prevenir embarazos no deseados en la adolescencia, el abuso sexual infantil y los noviazgos violentos.

En la presentación, Stanley, señaló que “las mujeres teníamos una ley, pero no teníamos un plan”. Y, en ese sentido, “estamos hoy saldando una deuda”. Emocionada, Tuñez afirmó: “Quién hubiese dicho que este plan, que tanto tiempo habíamos pedido desde la sociedad civil, iba a llegar. Y que yo, quien después de tanto gritar con mis compañeras, iba a ser, junto con la ministra y los equipos de todos los ministerios que participaron, quien tuviera que anunciarlo”. En diálogo con este diario, Tuñez dio detalles de la propuesta y aclaró que se busca garantizar “desde Ushuaia hasta La Quiaca los mismos protocolos de atención” a las mujeres que piden ayuda. “Sabemos que no vamos a terminar con los femicidios de un día para el otro. Pero este plan es un diseño estratégico, marca un camino, es federal, y tiene dos ejes, uno de prevención y otro de atención integral. Vamos a abordar la problemática integralmente de todas las formas de violencia contra las mujeres, física, psicológica, sexual, patrimonial, económica y simbólica. Y las distintas modalidades, doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática”, detalló la ahora funcionaria y fundadora de La Casa del Encuentro.

Tuñez precisó que el Plan tiene programas y políticas que se articulan con más de 50 organismos de los 3 poderes del Estado y que están previstos mecanismos de monitoreo y evaluación. Los “hogares integrales” que se construirán, aclaró, “no son refugios”, “ni van a ser depósitos” de mujeres. “No se hará solo hincapié en la seguridad sino en el fortalecimiento y la capacitación de las mujeres hacia la autonomía”, indicó. La titular del CNM dijo estar “feliz” por haber conseguido un presupuesto “medianamente razonable, muy importante”. El último presupuesto del organismo es de apenas 16 millones de pesos, para cubrir gastos de personal y no mucho más. Además, Tuñez informó que se “sostendrá y ampliará el programa Ellas Hacen”, creado durante el kichnerismo, en el ministerio de Desarrollo Social, que incorpora en cooperativas a mujeres en situación de vulnerabilidad, especialmente a sobrevivientes de violencia machista. Indicó que desde el CNM ya se está trabajando con la Secretaría de Derechos Humanos y la Corte Suprema para mejorar las estadísticas de femicidios, y también con el Registro Único de Denuncias. “Cambiamos el concepto: hablamos ahora de mujeres en situación de violencia, para desnaturalizar el concepto de violencia intrafamiliar y sacar a las mujeres del lugar de víctimas”. También destacó que desde el organismo que encabeza “estamos buscando la manera de llegar a las mujeres originarias con campañas visuales”, porque “las están violando y matando como a moscas”. Y a su vez, se ocuparán de las particularidades de mujeres migrantes, trans y afrodescendientes.