SOCIEDAD › UN POLICIA DE CIVIL BALEO A DOS CHICOS POR LA ESPALDA Y DIJO QUE LO ASALTARON

Otro caso de la Bonaerense

El policía pertenece al grupo de investigaciones de Drogas Peligrosas. El caso ocurrió en abril en Bernal. Pero ahora reflotó porque el poli amenazó a la madre del chico muerto. Dudas sobre la pistola que entregó el Bonaerense.

 Por Horacio Cecchi

El policía se encontraba en su camioneta y dijo que le tiraron pero no había rastros del disparo.

El 25 de abril pasado, un chico de 15 años murió baleado y un amigo que lo acompañaba, de 18, fue herido también a tiros. Las balas salieron de la pistola de un Bonaerense que estaba en una camioneta esperando a su novia, en Bernal. El argumento del policía fue que los dos chicos lo quisieron asaltar, incluso dijo que le dispararon una vez estando dentro de la cabina del vehículo y él se vio obligado a responder. La paradoja, porque en el 90 por ciento de las declaraciones policiales hay una paradoja, fue que la bala que dijo le fue disparada nunca apareció y la cabina está en perfectas condiciones, mientras que los dos chicos recibieron disparos en la espalda, salvo el primero, a Gabriel Godoy, el chico de 15, que recibió un tiro en el tórax y después recibió otros dos por la espalda. Su amigo, Eric Cejas, recibió un disparo, también por la espalda. El enfrentamiento debe haber sido feroz. Para completar, Paris amenazó a la madre de Godoy al cruzarla en la calle este mes. “Mirame esta cara –le dijo–, ahora vas a ver lo que les va a pasar a ustedes”. Tendrán que cuidar sus espaldas.

Emiliano Paris, de la DDI/Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado Quilmes (sugerente nombre), esperaba a su novia en una camioneta Chevrolet Montana, cuando vio a dos chicos que caminaban por la calle Levalle, entre Misiones y Montevideo, Bernal: Gabriel Godoy, de 15 años, y Eric Cejas, de 18. En un momento, Paris dispara contra los dos amigos. Su argumento fue que Godoy salió corriendo para abrirle la puerta y asaltarlo. También, que le disparó una vez estando él en la cabina. La cabina no muestra signos de haber recibido ningún disparo. Los únicos que muestran signos de haberlos recibido son los dos chicos. La ferocidad del tiroteo queda expresada en el informe de autopsia y en el registro médico del Hospital de Wilde, que atendió a Cejas, luego detenido.

Godoy recibió un tiro en el tórax, de frente, y otros dos por la espalda; uno lo recibió en la zona lumbar y el tercero en el brazo derecho, también por detrás. Cejas, al ver el ataque corrió y recibió un tiro por la espalda, en la zona lumbar.

Otra curiosidad del caso es que Paris entregó el arma con la que dijo que había disparado. Una Bersa, reglamentaria con 14 proyectiles cargados. “La Bonaerense ahora tiene Bersa de dos tipos, con carga de 14 y de 17 proyectiles –señaló a Página/12 el abogado Luis Valenga, quien junto con Margarita Jarque representa a la Comisión Provincial de la Memoria, como letrados de la familiaGodoy–. Pedimos informe a la fiscalía pero no nos respondieron. Todo indica que disparó con otra arma porque hizo como mínimo cuatro disparos. Si tiene una Bersa de 14, no la usó, y si es de 17, sólo disparó una vez con esa arma. De dónde salieron los otros proyectiles?”.

El fiscal Andrés Nieva Woodgate investiga el caso de una manera particular: analiza la muerte de un chico y la herida de otro, como un intento de robo y legítima defensa, basándose en las declaraciones de quien jaló el gatillo. Los casos de Miguel Bru, Andrés Núñez, la masacre de Andreani, la de Ramallo, la de Budge, el caso de Mariano Witis, y muchos más, dejan en claro que tomar como verdadera la declaración de un policía lleva a un muy probable error de lectura. Pero el caso se sostiene a partir de lo declarado por Paris. Además, apenas disparó, el policía amenazó a los vecinos que empezaron a asomarse con los disparos. Y casi inmediatamente, un patrullero primero y decenas de uniformados después, polis de la 2ª de Quilmes 2ª., DDI, Guardia de Infantería, GAD y para no ser menos, un grupo de sus “compañeros de trabajo” de la DDI Drogas Ilícitas. Los amigos de Paris intervinieron en la escena aunque por ley les está prohibido participar en investigaciones sobre casos protagonizados por colegas. Una manera de intentar evitar lo que terminaron haciendo. Un arma apareció junto al cuerpo de Godoy, aunque testigos sostienen una versión diferente a la del policía.

Durante la escena del rescate al colega, alguien (se supone que de la policía) le pasó al padre de Godoy una frazada enrollada para abrigar a la abuela del chico debido a la baja temperatura. En la frazada había un arma que cayó al piso y desató la detención del padre, que estuvo detenido una semana hasta que en juicio oral lo sobreseyeron.

La participación de Paris no terminó allí. La última conocida terminó en una denuncia penal en su contra. El 15 de julio se cruzó casualmente con Paola Núñez, madre de Godoy, cuando se dirigía a hacer un trámite en Desarrollo Social. La miró con sorna y le dijo entre insultos: “Yo maté a tu hijo porque era un chorro” y “mirame esta cara, ahora vas a ver lo que les va a pasar a ustedes”.

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