Jueves, 28 de julio de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › LA CIUDAD APELO EL FALLO QUE FRENO EL AUMENTO
El gobierno porteño consideró que la sentencia “no tiene ningún asidero” y, que para viajar mejor, los usuarios tienen que pagar más. La jueza ratificó que el cálculo de la tarifa técnica “está mal hecho”.
El gobierno porteño apeló ayer la decisión judicial que frenó el aumento en la tarifa de la red de subterráneos de Buenos Aires y aseguró que el fallo de la jueza Elena Liberatori “no tiene ningún asidero” porque “es absolutamente falso que (...) esté mal calculada” la llamada “tarifa técnica” que toma en cuenta diferentes ítems, de cuya evaluación surge el valor actualizado del pasaje. La postura oficial fue expuesta por el presidente de Subterráneos de Buenos Aires S.E (Sbase), Juan Pablo Piccardo, mientras que Liberatori insistió, en declaraciones a la prensa, que “la tarifa está mal hecha porque Metrovías (la empresa que tiene a su cargo el servicio) no informa como corresponde” acerca de “cuestiones relacionadas a los estados contables” de la concesionaria. A la controversia técnica se sumaron ayer expresiones públicas contra el aumento tarifario, en las estaciones de la red de subtes (ver aparte).
En lo que atañe a la resolución del tema, en el plano legal, Liberatori anticipó que estará en sus manos sólo mientras dure la feria judicial y luego tendrá que intervenir la Cámara de Apelaciones, que será la encargada de dirimir la razonabilidad o no del aumento. Liberatori estimó que la definición demorará al menos un mes; las fuentes de Sbase coincidieron en que el trámite puede ser largo y aclararon que mientras dure, la nueva tarifa de 7,50 pesos no podrá ser aplicada, de manera que seguirán vigente los 4,50 pesos actuales.
Al ser consultada sobre cómo sigue la discusión a nivel judicial, Liberatori apuntó que “es necesario conocer las repuestas de Sbase a las observaciones en términos de auditorías y a las reconsideraciones que formuló la Auditoría (General de la Ciudad de Buenos Aires), porque es un elemento económico muy importante”. Explicó que al hacer lugar al amparo contra el aumento de la tarifa, su posición se focalizó “en la tarifa al usuario, sobre la que se emitieron siete recomendaciones, seis de las cuales son para que Sbase exija a Metrovías cuestiones relacionadas con los estados contables”.
Liberatori precisó que “lo que tiene que constar es que la tarifa técnica que Metrovías estimó en 13 pesos esté efectivamente bien hecha, y para eso hay que analizar la cuestión contable técnica que Sbase plantea ateniéndose a lo que le informa Metrovías”. Dijo que el problema surgiría del hecho de que “la concesionaria no informa como corresponde, las cuentas no están bien hechas y por eso la orden judicial es verificar el cálculo de la tarifa técnica” mientras que “lo que subsidie el Estado es otra cuestión”.
La jueza subrayó que “es necesario sacar bien las cuentas para probar si ese cálculo de tarifa técnica es correcto, hay ítems que pueden ser verdaderos o falsos y que deben ser sostenidos por evidencias e instrumentos contables; no puede incluirse como gasto a cubrir por los usuarios el canon que la concesionaria debe pagarle al Estado”, mencionó Liberatori al dar un ejemplo sobre la controversia de fondo.
Anticipó que su intervención en la causa finaliza con la feria judicial de invierno y que de allí en más “las partes deberán presentar la documentación y estimo que el trámite debiera extenderse al menos un mes; acá no se discute el aumento sino la manera en la que se hizo el cálculo”, insistió Liberatori, que suspendió la suba luego de recibir en su juzgado tres recursos de amparo que habían sido presentados por separado y que se unificaron.
Por su parte, el titular del Sbase, Juan Pablo Piccardo, calificó de “ridícula” la resolución de la jueza dado que “el boleto debería costar 7,50 pesos por la elevada inflación de los últimos años y para poder cubrir todos los costos del servicio”. El funcionario opinó que “es una obviedad decir que para que el subte pueda funcionar hay que tener en cuenta los costos de mantenimiento” y remarcó sus dichos apelando a una advertencia extrema: “De lo contrario, después pasan tragedias como la del tren de Once”, que en 2012 provocó 51 muertes.
Piccardo estimó también que “hoy todo el mundo reconoce que 4,50 es un precio muy bajo para viajar en subte”, sin tomar en cuenta que son muchas las organizaciones, legisladores, partidos políticos y usuarios en general que han salido a rechazar el aumento. Confirmó que los cálculos oficiales y de la empresa Metrovías señalan la existencia de una “tarifa técnica” que llega a la suma de 13,37 pesos, pero que “el valor (al usuario) es de 7,50 pesos porque la diferencia” es compensada por “un subsidio de la Ciudad de Buenos Aires” a la concesionaria.
Piccardo recordó que la misma controversia se dio hace dos años y que finalmente se aplicó el aumento tarifario. Según el funcionario, a la jueza Liberatori “ya se lo explicamos” antes, aunque en realidad hoy no se trataría de los mismos valores de cálculo, aunque se trate de los mismos ítems. Aseguró luego que lo que ocurre “atenta contra el servicio y la seguridad de los usuarios”.
Piccardo declaró que “la gente no se sube al subte para hacernos un favor sino porque lo necesita y quiere viajar bien”, a la vez que minimizó el impacto negativo que genera cada incremento del pasaje en subte. “Cuando hay aumento de tarifas, se pierde menos del 15 por ciento de pasajeros” y “después se recupera”. Sobre las ganancias de Metrovías, señaló que “no hay un monto establecido”, aunque luego de enumerar una serie interminable de “gastos operativos” habló de “8 millones” de pesos, según “el último balance”.
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