SOCIEDAD
Un glaciar patagónico desaparece al ritmo del calentamiento global
Las fotos tomadas por una misión de científicos y activistas de Greenpace revela que el glaciar Upsala, en Santa Cruz, tiene 13,4 kilómetros cuadrados menos que en otra imagen, de 1928. El fenómeno es consecuencia de la emisión de gases contaminantes.
Los estudios internacionales ya lo advertían, pero una simple fotografía fue más contundente. Los glaciares patagónicos retroceden a ritmo acelerado: el glaciar Upsala, en Santa Cruz, que era una imponente superficie blanca, redujo su extensión en 13,4 kilómetros cuadrados, en 75 años, y en la actualidad, parte de esa inmensa masa de hielo se ha convertido en un lago. Desde el Conicet afirman que la desaparición de los hielos implica la pérdida de reservas de agua dulce, el ascenso del nivel del mar y, sobre todo, un aviso de las catástrofes naturales que vendrán. En el mismo sentido, el Panel Internacional sobre el Clima (IPCC en sus siglas en inglés) advirtió que los cambios climáticos de este siglo serán aún mayores y, en consecuencia, habrá drásticas modificaciones en el medio ambiente. La causa de los deshielos es el calentamiento global del planeta, producto de la emisión de gases contaminantes. El Protocolo de Kyoto, un acuerdo que propone reducir ese tipo de contaminación y así frenar el aumento de la temperatura, aún no está en vigencia porque Estados Unidos –el país más contaminante del planeta– rechaza firmarlo desde hace siete años.
Extensa bibliografía científica asegura desde hace décadas el retroceso de los glaciares y advierte sobre sus consecuencias. Para ratificar el hecho, la organización ambientalista Greenpeace tomó una imagen al glaciar Upsala desde la misma posición en la que fue fotografiado en 1928. La imagen (que acompaña esta nota) confirma que gran parte de la masa de hielo ya no existe.
El doctor en geología e investigador del Conicet Jorge Rabassa participó de la expedición que tomó la fotografía hace pocos días. “La desaparición de los glaciares continentales patagónicos es la prueba tangible del cambio climático global y el más claro indicador de que algo está pasando. ¿La causa? El calentamiento producto del consumo de combustibles fósiles. Entre sus consecuencias se esperan eventos meteorológicos catastróficos: tormentas, inundaciones, sequías, entre otros fenómenos”, aseguró Rabassa a Página/12.
El investigador estudia el comportamiento de los glaciares y desde hace siete años se especializa en las distintas etapas históricas de los hielos. Explicó que, junto a especialistas norteamericanos y Greenpeace, navegaron el Lago Argentino con dos elementos de ubicación: un mapa donde figura la superficie histórica del glaciar y un posicionador satelital (que determina la latitud y longitud donde se está ubicado). A medida que avanzaban sobre el lago, consultaban las coordenadas y confirmaban que navegaban donde alguna vez hubo hielo. Luego de horas de mediciones llegaron a la conclusión de que el Upsala retrocedió 13,4 kilómetros cuadrados, con un acelerado proceso de pérdida de hielo ocurrido entre 1997 y 2003.
El responsable de la sección Energía de Greenpeace, Juan Casavelos, afirmó que “el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares incrementarán el nivel del mar, afectando a los ecosistemas y las poblaciones costeras, además del abastecimiento de agua dulce. Es imprescindible que los gobiernos de los países industrializados actúen en forma urgente para reducir el uso de los combustibles fósiles. De lo contrario, las futuras generaciones se verán obligadas a restringir drásticamente la disponibilidad de esas fuentes de energía a un costo económico y social impresionante”.
Según los especialistas, la superficie de todos los glaciares y capas de hielo del mundo están disminuyendo. La evaluación regional del IPCC afirma que los glaciares andinos desaparecerán en este siglo. Los investigadores que trabajan en el sur argentino coinciden en que el origen del problema es el cambio climático por el uso desmedido de combustibles fósiles (como los hidrocarburos) que incrementan las emisiones de dióxido de carbono, el principal responsable del aumento de la temperatura. Según el IPCC, que es el mayor centro de estudios en cuanto a clima, en el siglo XX la temperatura aumentó un promedio mundial de un grado centígrado y el niveldel mar ascendió quince centímetros. De continuar la actual tendencia, durante este siglo la temperatura aumentará seis grados y el nivel del mar crecerá 88 centímetros. “Las cifras que maneja el organismo internacional son más que inquietantes y dejan avizorar consecuencias muy graves”, advirtió el investigador del Conicet.
El Protocolo de Kyoto data de 1997 y es una iniciativa mundial para reducir la emisión de gases que provocan el recalentamiento del planeta, conocido también como “efecto invernadero”. El tratado involucra a los países industrializados y prevé la reducción, entre 2008 y 2012, de las emanaciones de gases en un cinco por ciento respecto de los niveles de 1990. Hubiese entrado en vigencia en marzo de 2003, pero aún faltan las firmas de Rusia y Estados Unidos. Sólo este último país produce el 35 por ciento del gas contaminante mundial, pero el presidente George W. Bush se opuso reiteradas veces argumentando que el Protocolo afecta los intereses económicos norteamericanos.
Informe: Darío Aranda.