SOCIEDAD
El gobernador que renunció después de hacer pública su homosexualidad
Es el demócrata James McGreevey, de Nueva Jersey. Junto a su esposa, dijo su verdad:“Soy un gay norteamericano”. Y dimitió.
Curioso modo de instalar el tema de la homosexualidad el de James McGreevey, gobernador por el Partido Demócrata del estado de Nueva Jersey, al nordeste de los Estados Unidos. En conferencia de prensa, acompañado por su esposa Dina, McGreevey gritó a los cuatro vientos su verdad: “Soy un gay norteamericano”, dijo y pidió perdón por los pecados cometidos. Relató su historia de vida, incluyendo su formación bajo la lupa de su familia católica. El gobernador reconoció que tenía novio y sostuvo que “lo correcto es dimitir” para evitar dolores de cabeza a su familia. Dijo sentir vergüenza, “lo hecho fue un error, fue absurdo, fue inexcusable”. Según ya estaba instalado en la prensa norteamericana, desde antes de su valiente blanqueo de intereses carnales, sobre la cabeza de McGreevey pendía el escándalo del acoso sexual a su ex jefe de seguridad.
“Mi verdad es que soy un gay norteamericano.” Así arrancó la conferencia de prensa multitudinaria el por ahora (dejará el cargo en noviembre) gobernador de Nueva Jersey, James McGreevey, de 47 años. Junto a él, con un imperturbable apoyo emocional, su esposa Dina. “También estoy aquí porque, con vergüenza, me impliqué en una relación consensuada adulta con otro hombre, lo que viola los lazos de mi matrimonio. Fue un error, fue absurdo, fue inexcusable”, agregó McGreevey. Y reconoció que “ante las circunstancias que rodean este asunto y la posibilidad de que mi familia se vea afectada así como mi capacidad de gobernar, he decidido que lo correcto es dimitir”.
Después, comenzó a relatar el penoso recorrido de su vida en busca de su destino: “Durante toda mi vida, he mantenido un combate con mi propia identidad. Cuando era un niño me sentía ambiguo, de hecho confuso. En virtud de mis tradiciones, y las de mi comunidad, trabajé duro para asegurarme de que era aceptado como parte de la familia tradicional norteamericana. Desde mis días en la escuela, hasta el día de hoy, reconozco que tenía unos sentimientos, un cierto sentido que me separaba de los otros. Pero a causa de mi determinación y considerando que estaba haciendo lo correcto, forcé lo que consideré que era una realidad de mí mismo aceptable. En un determinado momento de la vida, uno ha de mirarse profundamente en el espejo del alma y decidir su única verdad en el mundo. No como nos gustaría verlo, o esperaríamos verlo, sino como es. Así que mi verdad es que soy un gay norteamericano”.
Pero detrás del blanqueo de situación corría un rumor: había apretado con intenciones inconfesables a su ex jefe de seguridad Golan Cipel, de 33 años, quien renunció a su puesto en 2002 y ahora amenaza con denunciarlo por acoso sexual, lo que habría transformado la revelación en un escandaloso papelón.
El 15 de noviembre abandonará el cargo, un año antes de que finalice su mandato, y será reemplazado por Richard Codey, presidente del Senado estatal. De familia profundamente católica, casado en dos ocasiones, con una hija en cada matrimonio, no quedó claro a qué “error” se había referido: el del adulterio, el de volverse con Dina a casa de la mano como si nada, el de su romance con un hombre o el de ser gobernador.