EL PAíS › REUNION DE KIRCHNER CON LA CONDUCCION DE LA CTA
Uno más al Consejo del Salario
Por Martín Piqué
La mesa nacional de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se reunió anoche con el presidente Néstor Kirchner en la Rosada. Tras el encuentro, el secretario general Víctor De Gennaro aseguró que Kirchner se comprometió “no excluir” a esa organización de una inminente reunión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil. Según uno de los dirigentes que participó en la charla –unos veinte, entre ellos el piquetero de la FTV, Luis D’Elía–, el Presidente les dijo que se reúnan con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para elaborar un proyecto de decreto que le concedería la personería gremial a la CTA. De Gennaro, en tanto, le propuso a Kirchner que implemente una asignación familiar obligatoria de 40 pesos por hijo y un subsidio equivalente a los haberes mínimos para los jubilados que no tienen cobertura.
En la reunión estuvieron, además de Kirchner, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y los ministros Tomada y Aníbal Fernández. Por la CTA asistieron De Gennaro, D’Elía, el santacruceño Edgardo De Petris (un viejo amigo de Kirchner), los diputados Claudio Lozano y Ariel Basteiro, Hugo Yasky y Victorio Paulón, de la UOM, entre otros. Ante ese auditorio, el Presidente hizo un “informe político sobre las dificultades del momento” y luego escuchó una lista matizada de reclamos –la creación de una empresa nacional de ferrocarriles, los inundados en Santa Fe–, y elogios por el Fondo de Incentivo Docente y la política oficial ante los derechos de la mujer.
Aunque la ansiedad periodística se la llevó la reunión con “el Diego”, De Gennaro salió de la charla con el Presidente con la expectativa de conseguir la personería gremial para la CTA. “El Presidente está reconociendo que además de la CGT hay otra central de trabajadores, que es la CTA, que tiene otro estatuto, criterio y construcción”, dijo. La idea de la mesa nacional que encabeza De Gennaro era plantearle a Kirchner que avance en la distribución de la riqueza y que convoque a consultas populares para ampliar la participación. Una de las propuestas era que se hiciera un plebiscito sobre la estatización de las AFJP.
Otro punto importante de los reclamos se concentraba en el pedido de democracia sindical. Aunque la CTA tiene casi un millón de afiliados, todavía no tiene personería gremial. “La Constitución garantiza el derecho a la sindicalización de una manera distinta”, subrayó De Gennaro. Además de pedir igualdad de condiciones con la CGT, la central alternativa quiere terminar con el “unicato” (un solo sindicato por actividad) y que se permita a los trabajadores elegir a qué gremio afiliarse. Si ése es el objetivo de máxima, la CTA por lo menos se propone fortalecerse como protagonista en la negociación con el Gobierno. La intención es evitar que la unificación de la CGT los margine de las discusiones más importantes.
Para las interpretaciones bastan los números. Desde que la CGT se reunificó a mediados de julio, el Gobierno recibió ocho veces a las tres caras visibles de la cúpula cegetista. El 20 de julio, Kirchner recibió a Hugo Moyano, Susana Rueda y José Luis Lingeri. Pero las visitas se extendieron el 3 de agosto, cuando Moyano y compañía (y hasta Luis Barrionuevo) se reunieron con el ministro de Salud para avanzar con su propuesta de un seguro de salud para los desocupados a través de las obras sociales sindicales. Anoche, la CTA hizo una propuesta muy distinta: fortalecer los hospitales públicos y el sistema integrado de salud.