SOCIEDAD

El hallazgo de las zapatillas de Fernanda, indicio del peor final

Se las había entregado la detenida Mirta Chávez a una amiga. Los padres reconocieron que el calzado pertenecía a su hija.

La madre de Fernanda Aguirre reconoció ayer las zapatillas que la adolescente llevaba puestas el día que desapareció de la localidad entrerriana de San Benito, hace casi dos meses. Entre llantos, María Inés Cabrol confirmó que el calzado que la policía encontró en la vivienda de la provincia de Santa Fe –tal como adelantó ayer Página/12– pertenecía a su hija. Ante el hallazgo, el abogado de la familia Aguirre se mostró pesimista: “Manejamos la peor de las hipótesis”, dijo a este diario. Tras intensos rastrillajes realizados ayer en un predio cercano a la vivienda de los padres del fallecido Miguel Angel Lencina –considerado por la Justicia como autor del secuestro de Fernanda–, la policía entrerriana encontró huesos quemados. Los médicos forenses determinaron que no eran restos humanos.
El abogado de la familia Aguirre, Julio Federik, señaló que la aparición de las zapatillas que vestía Fernanda Aguirre el día de su secuestro “no es una prueba concluyente pero es un indicio grave, fuerte y muy duro” en la investigación. Federik informó también que el comerciante que le vendió las zapatillas a la familia Aguirre reconoció el calzado porque las había tenido en su negocio durante dos meses sin venderlo, debido a su costo, hasta que fueron compradas por la familia Aguirre para Fernanda.
En su primera declaración, Mirta Chávez, viuda de Lencina, había señalado que su esposo le había entregado las zapatillas de Fernanda y que ella las había quemado en un tacho. Sin embargo, en una tercera declaración afirmó que el calzado se lo regaló a una amiga que vive en la localidad de San Martín de las Escobas, en Santa Fe.
La amiga de Chávez, cuya identidad no trascendió, declaró ante el fiscal que las zapatillas las tenía su novio, por lo que se dispuso el inmediato viaje del equipo policial para que las secuestre y lleve a Paraná. Una vez en poder de la Justicia, el calzado fue exhibido ayer a los padres de Fernanda, quienes confirmaron que se trataba del calzado de la adolescente de 13 años.
Federik dijo que el hallazgo de las zapatillas en ese lugar no indica el paso de Fernanda por allí. Se trata de un par de zapatillas azules y blancas, imitación de la marca Nike, número 39, que fueron reconocidas ayer por la mañana por los padres de Fernanda.
La búsqueda se intensificó ayer en San Benito, donde tras una serie de rastrillajes efectuados en un predio cercano a la casa de los padres de Lencina, donde se realizaron varios operativos, se encontraron huesos quemados, un buzo y un jean, que estaban sobre una pila de basura incinerada. El operativo, del que participaron unos 300 policías, tuvo lugar en cercanías del Parque Industrial de la zona y a unos 800 metros de la vivienda de Esther Torres, madre de Lencina. La zona está en un cañadón, de difícil acceso, donde hay una tapera, en un barrio periférico de la capital, a la que llegaron también el fiscal federal Mario Silva, a cargo de la investigación, los padres de la chica, el secretario de Justicia, José Carlos Halle, y la plana mayor de la policía provincial.
El jefe de Bomberos, Hugo Koss, llevó los huesos a los médicos forenses, quienes determinaron que no se trataba de restos humanos. En tanto, fuentes vinculadas con la pesquisa informaron que no se descarta pedir colaboración a la policía santafesina para un rastrillaje en la localidad de San Martín de las Escobas, donde se encontraron las zapatillas de Fernanda, a raíz del llamado de una persona que dijo haber visto a gente sospechosa realizando excavaciones en el lugar.
Además de los efectivos, para el operativo en San Benito fueron convocados buzos tácticos, que buscaban en los numerosos cursos de agua de la zona, y un equipo de topógrafos y agrimensores, que trabajaban con planos para señalar los puntos de mayor interés para la investigación.
En tres declaraciones realizadas en menos de una semana, Chávez, considerada partícipe del secuestro de Fernanda, admitió haber hecho los llamados extorsivos para pedir dinero por la liberación de Fernanda, aunque dijo que lo hizo bajo amenazas de su esposo. Según Chávez, la adolescente fue secuestrada por Lencina el 25 de julio pasado y, tras ser violada y amarrada a un árbol, murió ahorcada al intentar zafar de las ataduras.

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Ayer volvieron a hacerse rastrillajes en la localidad de San Benito.
 
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