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Por Horacio Cecchi y R. K.

Aunque formalmente militaba en el Comando de Patrullas de Tigre y administrativamente llevaba seis meses con licencia médica, el sargento primero Orlando Miguel Zardán cumplía horas extra en la vereda de enfrente: ayer, fue detenido por hombres de la DDI de San Isidro, junto a su cuñado remisero, ambos sospechados de haber participado en el secuestro express de un jubilado de apellido Rímolo en San Isidro, el martes pasado. Hay dos prófugos. La DDI sanisidrense está a cargo de Oscar Torreira, quien en 15 días lleva cuatro policías detenidos. Curiosamente, al mismo tiempo que Zardán era detenido, la usina de rumores soltaba la versión de que Torreira había pasado a retiro.
Rímolo, jubilado de 70 años, fue secuestrado el martes pasado, cuando caminaba por una calle próxima a su casa, en San Isidro. Dos hombres bajaron de un vehículo, lo amenazaron con pistolas y lo obligaron a subir al auto. Una fuente de la investigación señaló a Página/12 que “el caso puede haberse iniciado como un secuestro al voleo y del tipo express, y se estiró durante nueve horas”.
La banda se comunicó con la familia para reclamar el rescate. “Terminaron acordando el pago en dólares, una computadora y algunas joyas”, confió la misma fuente. El pago se cumplió durante la mañana en una esquina de San Isidro. Por la tarde, Rímolo fue liberado.
La investigación quedó a cargo de la fiscal federal Rita Molina y su adjunta, Zulma Scofano. Los hombres de la DDI lograron detectar a los dos vehículos con que se movían los secuestradores y, finalmente, pudieron detenerlos en José León Suárez y en Virreyes. En una de las viviendas, secuestraron además un Renault 12.
En los allanamientos fueron detenidos tres hombres. Luego, uno de ellos fue liberado porque no tenía nada que ver con el caso. Los otros dos son parientes. Uno es remisero. El otro, su cuñado, el sargento primero Orlando Miguel Zardán, del Comando Patrullas de Tigre, con licencia médica desde el 30 de abril pasado. Durante los operativos lograron recuperar el total del dinero, una parte había sido cambiada a pesos.
Al mismo tiempo en que el sargento primero enfermo y en horas extra era detenido, comenzaba a circular un rumor que indicaba que Torreira sería pasado a retiro. “Les pegan a los que investigan –señaló una fuente ministerial que desmintió el rumor–. Con Zardán, Torreira ya detuvo a un jefe de calle y a dos oficiales en los últimos 15 días.”