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Un grupo de delincuentes mutiló un dedo a su víctima para que entregara más plata de la que admitía tener. El hecho se conoció ayer, pero ocurrió un mes y medio atrás. La víctima fue Claudio Barrera, de 30 años, empleado de una empresa de gaseosas, secuestrado por error el 31 de agosto pasado. Sus captores lo confundieron con un compañero de trabajo de él que había cobrado una fuerte suma de dinero por la venta de un cibercafé ubicado frente a la Comisaría 1ª de Lomas de Zamora. Al ver los documentos de Barrera, los delincuentes advirtieron el error. Pero el yerro lo pagó la víctima: le amputaron la primera falange del dedo índice de la mano derecha y le robaron 5 mil pesos que tenía ahorrados en su casa. Aunque sin pruebas concretas, el hombre tiene fuertes sospechas de que sus secuestradores eran policías.
Barrera explicó que llegó a la conclusión de que los captores eran policías porque “el ciber estaba enfrente de la comisaría; porque tenían un dato preciso de una persona que no era yo y por la manera en que se trataban. Uno se da cuenta de las características de una persona”.
El secuestro se produjo mientras el empleado recogía pedidos de gaseosa por comercios de la calle Warnes, en Temperley. Mientras caminaba, desde una camioneta Trafic un hombre lo encañonó y otros dos lo subieron al vehículo. “¿Adónde tenés las 40 lucas del ciber?”, increparon los secuestradores, que luego de percatarse de la equivocación advirtieron: “Claudio, nos equivocamos pero igual la vas a pagar vos. ¿Cuánta plata tenés?”. El hombre dijo que tenía 5 mil pesos en su casa –ubicada en Corvalán 1455 de la localidad de Wilde, en Quilmes– y hasta allí viajaron. Al llegar al frente del chalet “vieron la fachada y no me creyeron que sólo tenía esa guita”. Entonces lo amputaron. “Cuando me sacan el dedo lo único que esperaba era una bala en la cabeza o en la espalda”, confesó.