SOCIEDAD › SOLA Y ARSLANIAN PRESENTARON A LA NUEVA POLICIA

Desplazando a la Bonaerense

Egresaron ayer los primeros 340 oficiales de la Policía Buenos Aires II. Desde enero, patrullarán las calles de San Martín. Y podrán hacer detenciones, aunque no harán tareas administrativas.

Es la prueba de fuego para León Arslanian. El ministro de Seguridad de la provincia presentó su primera tropa policial, con la que intentará ir desplazando a la vieja Bonaerense: son 340 hombres de la nueva Policía Buenos Aires II, oficiales ayudantes recién egresados de la flamante Tecnicatura en Seguridad Pública. La formación estuvo a cargo de la Gendarmería Nacional y reemplazó a la tradicional Escuela Vucetich. A partir de enero, cumplirán funciones como pasantes rentados en el partido de San Martín, una de las áreas más calientes del conurbano. Estarán ocho horas en la calle. Tendrán una unidad operativa propia, se los verá patrullando y podrán hacer detenciones, pero no investigarán, no recibirán denuncias ni cumplirán funciones carcelarias. El gobernador Felipe Solá presidió ayer el acto de egreso en Mercedes. Y lo tomó como una cuestión personal: presentó a la nueva tropa como el resultado de una “necesidad” que atenderá “el problema de la inseguridad” con el que “algunos quieren hacer política”.
“Dado el momento en que llegamos con respecto a la policía de la provincia de Buenos Aires, fue necesario crear una fuerza nueva”, arrancó Solá durante el acto para presentar a su nuevos cuadros. “Frente a las críticas periodísticas y a los comentarios de algunos pseudoentendidos en seguridad que no tienen la menor responsabilidad pero están siempre listos para ir a los medios a opinar, la delincuencia gozaba y pensaba que nosotros nos dividíamos, discutíamos y nos quedábamos en las palabras”, sostuvo, y a todos los presentes les quedó claro que hablaba de Juan Carlos Blumberg.
Para reafirmar sus dichos, presentó a la primera camada de egresados destinados a cambiar la imagen de la policía de la provincia. Son 154 mujeres y 186 hombres que pasaron los últimos tres meses con entrenamientos intensivos de prácticas de tiro, defensa personal, educación física y técnicas de bioseguridad. Se entrenaron de lunes a viernes, de 6 de la mañana a 10 de la noche, en el Instituto de Capacitación y Aplicación Especializada Cabo Juan Adolfo Romero, de la Gendarmería Nacional en Mercedes, a cargo de la formación inicial y de los entrenamientos.
Los que llegaron son el resultado del largo proceso de destilación que comenzó en mayo con el lanzamiento del proyecto conocido como “Policía de Buenos Aires II”. Hubo más de 2000 inscriptos, de los cuales 1600 se presentaron a rendir un examen que dejó afuera a más del tercio. Sólo 420 comenzaron la etapa académica en la Universidad de La Matanza, 70 abandonaron y 350 pasaron a la etapa práctica en el Instituto de Capacitación de Gendarmería, que los acaba de dejar en condición de “pasantes oficiales”.
Desde el primero de enero y durante seis meses cumplirán funciones rentadas –cobrarán 754,21 pesos mensuales– en la primera “estación” (el equivalente a la comisaría) creada por la provincia por un acuerdo con el partido de San Martín. La estación funcionará en la esquina de Presidente Perón y Coronel Mon: “Empiezan acá porque les cedimos el espacio”, explica Ricardo Ivoskus, jefe político del distrito. La estación estará en el edificio del viejo Concejo Deliberante, cuyo reciclado terminará en 20.
El jefe del partido se muestra optimista sobre el devenir del nuevo programa. Dirigente del ARI, sabe que uno de los problemas más serios para el programa de reindustrialización que recientemente inauguró es la inseguridad. “Acá no es como en San Isidro o Vicente López, que hay muchos secuestros –explica–, acá más que nada son robos y hurtos.” Los vecinos suelen quejarse de la vieja Bonaerense, sobre todo por la falta de hombres en la calle: “Por eso esto me parece positivo. A diferencia de la Bonaerense, van a ser bien operativos. No se van a dedicar a tareas administrativas o de investigación, que los terminaba convirtiendo en agentes carcelarios de hecho.” De todos modos, según Ivoskus, habrá que esperar los resultados: “Dicen que el movimiento se demuestra andando”.Y según la información del Ministerio de Seguridad, andarán. Pasarán en la calle 8 horas y en otras 4 completarán la formación académica. Durante los seis primeros meses estarán bajo el mando de un gendarme y de la policía de la provincia. De acuerdo al reglamento interno, no podrán cumplir tareas de custodia y no albergará detenidos. No podrán practicar citaciones ni notificaciones judiciales. Y no podrán realizar tareas administrativas. “No van a tener mucho papeleo, no van a tener atrás de ellos toda la problemática que sufre la Policía Bonaerense como todas las policías, sino que van a ser mucho más ágiles”, dijo Solá. Aunque articularán tareas con las comisarías, tendrán independencia y trabajo en común con las policías de las distintas localidades del conurbano. Las estaciones estarán a cargo de un prefecto o un integrante de la Policía Federal. Tanto la de San Martín como la de Avellaneda: el Ministerio de Seguridad prevé abrir allí otra estación con 700 oficiales, la segunda camada que comenzará a cursar sus estudios en enero. Una fracción de los 3500 efectivos previstos para completar la fuerza.

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El gobernador Felipe Solá entregó los diplomas a los flamantes oficiales de la Buenos Aires II.
 
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