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Germán Bolaña, de 25 años, murió luego de recibir una descarga eléctrica al tomar contacto con un cable del tendido público de la empresa Edenor que se desprendió de un poste, en la localidad bonaerense de José León Suárez. El cable era manipulado por dos obreros de una firma contratista que estaban realizando trabajos de reparación. Bolaña iba en una moto, en la que también viajaban su hijo de un año y su sobrino de 4, pero los chicos sólo sufrieron rasguños por la caída del rodado. Voceros de Edenor dijeron que se trataba de “un cable de baja tensión”, motivo por el cual “no era necesario cortar el tránsito” para realizar el trabajo. Sin embargo, Hernán Suazo, vocero de la fiscalía de San Martín que interviene en el caso, le dijo a Página/12 que “de baja o alta tensión, la descarga eléctrica fue suficiente como para matar a una persona”. El portavoz judicial confirmó que el tránsito estaba abierto y que los dos operarios, tras el accidente, intentaron “modificar el escenario” colocando conos de señalización. Esto provocó la reacción de los vecinos que presenciaron el hecho, quienes estuvieron a punto de linchar a los dos trabajadores.
La tragedia ocurrió ayer al mediodía en el cruce de Washington y Charlone, de José León Suárez. Germán Bolaña iba en su moto Honda XR80, en la que llevaba a su hijo de un año y a su sobrino de 4. De acuerdo con el relato de testigos presenciales, Bolaña fue despedido por la fuerte descarga eléctrica y cayó a diez metros del lugar, donde quedó tirado el vehículo. El motociclista falleció poco después en el hospital Belgrano de San Martín. Los dos operarios quedaron demorados en la comisaría 4ª, donde anoche prestaron declaración sobre lo sucedido. En principio, el caso fue caratulado como “homicidio culposo”, lo que hace suponer que los dos trabajadores recuperarían su libertad en las próximas horas.
De acuerdo con la versión de los voceros de Edenor, el motociclista cayó a una zanja y en ese momento tomó contacto con el cable. “Todavía no está claro si el cable se desprendió antes de que los obreros subieran a repararlo o mientras lo estaban manipulando”, sostuvo la fuente de la empresa. En cuanto a la falta de señalización en el lugar donde se realizaba el trabajo, la fuente sostuvo que “al ser un cable de baja tensión no es necesario cortar el tránsito para efectuar la reparación”. Hernán Suazo, de la fiscalía de San Martín, le dijo a este diario que para ellos “está acreditado que no había ninguna señalización ni estaba la calle cortada, porque no se había tomado ninguna medida de prevención”. Sobre si era una cable de alta o baja tensión, el vocero judicial opinó que la importancia del dato es relativa porque “de todos modos provocó la muerte de una persona”. Una vez ocurrido el hecho, los dos operarios “intentaron modificar el escenario colocando los conos de señalización antes de la llegada de la policía, pero eso provocó la reacción de los vecinos, que estuvieron a punto de lincharlos”. Suazo informó que “la mayoría de los testigos que ya declararon coincidieron en decir que el cable estaba enroscado a un poste y en el momento en que pasó la moto, cayó y rozó al motociclista”.
El vocero confirmó que el médico constató en el lugar que se trató de una muerte por electrocución. De todos modos, la fiscalía espera el resultado de la autopsia para saber si el golpe que Bolaña se dio al caer tuvo alguna incidencia en el fallecimiento. La investigación de la UFI 4 de San Martín, a cargo del fiscal Daniel Cangealosi, analiza la situación de la firma Edenor, para determinar si la empresa contratista estaba en regla y sus operarios trabajaban con todos los elementos de seguridad correspondientes.