[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Un suboficial de la Policía Federal fue condenado anoche a la pena de tres años de prisión en suspenso, acusado de haber matado a la maestra Claudia Flamini en noviembre de 2000, cuando disparó su arma mientras perseguía a un grupo de delincuentes en el barrio porteño de La Boca. El veredicto fue dictado por el Tribunal Oral 7 de esta capital contra el cabo primero Mariano Socio, quien fue hallado culpable del delito de “homicidio culposo”, a pesar de lo cual continuará en libertad, ya que recibió una pena en suspenso. Socio, además, quedó inhabilitado por ocho años para ejercer su cargo de policía y los jueces determinaron que el policía deberá realizar tareas comunitarias en Cáritas ocho horas mensuales.
En tanto, también recibió una pena de tres años de cárcel en suspenso Leonel Fuque, quien el día de la tragedia era uno de los ladrones perseguidos por Socio, aunque sólo se le imputó el delito de “tenencia de arma”. Al igual que Socio, tendrá que realizar trabajos comunitarios, pero en su caso seguirá preso porque cumple una pena por robo.
El hecho ocurrió el primer día de noviembre de 2000, cuando la maestra salía de la Escuela Nº 4 de La Boca, donde ejercía como docente de inglés. Apenas había dado unos pasos cuando el lugar se convirtió en el escenario de una persecución. Una bala policial entró en su cráneo. Fue internada en el Hospital Argerich, donde murió tres días después.
La bala que mató a Flamini fue disparada desde el arma del oficial Socio. El efectivo estaba con uno de sus compañeros. Ambos perseguían a cuatro asaltantes que se trasladaban en un auto robado. El vehículo de la División Robos y Hurtos de la Policía Federal que conducían los uniformados no tenía identificación alguna. Leonel Fuque resultó herido durante los disparos.
En su alegato, el abogado Claudio Volman, representante de la querella, había reclamado para Socio una pena de cinco años de prisión. Por su parte, Oscar Ciruzzi, el fiscal del juicio, había pedido una condena de tres años. Ambas partes habían coincidido en reclamar la inhabilitación del policía para ejercer su cargo durante diez años. A lo largo de su alegato, Ciruzzi había asentado que Socio cometió el delito de “homicidio culposo”. Al mismo tiempo, había subrayado que “actuó con impericia, negligencia e imprudencia”, pese a que “por su rol de policía debió extremar el cuidado al manipular el arma”.
Asimismo, el fiscal dio por probado que Socio hizo cinco disparos. Mientras dos de ellos tuvieron como destinatario al delincuente, “uno de los otros tres terminó impactando en el cráneo de Flamini y le provocó la muerte”.