SOCIEDAD › ESQUEMA PARA NORMALIZAR LAS CLASES EN CAPITAL
Para reabrir las escuelas
El gobierno porteño trabajó ayer a pleno para conseguir aulas alternativas y presentó un esquema de obras rápidas para algunos edificios. Más críticas al juez Gallardo.
Para el gobierno porteño el sábado fue un día laborable, porque salió ayer a insistir en sus críticas al juez Roberto Gallardo por la clausura del Normal Nº 9, a la vez que anunció la puesta en funcionamiento de una “Unidad Ejecutora” que buscará agilizar la solución a los problemas edilicios en 14 de las 85 escuelas en las que se están realizando obras de mejoramiento edilicio. Entre los trabajos que se impulsarán están, obviamente, el del Normal 9 y el de la Escuela Técnica Otto Krause, cuya situación ha sido también motivo de quejas por parte de los alumnos. Ante la consulta sobre si mañana habrá clases para los 1200 alumnos de los cuatro niveles –jardín, primario, secundario y terciario– que concurren al establecimiento de Callao al 400, la secretaria de Educación, Roxana Perazza, informó que se han conseguido aulas alternativas para reacomodar, el lunes y el martes, a casi todos los alumnos, salvo los chicos de la escuela media, que son los que motorizaron el conflicto existente. Perazza afirmó que se realizan gestiones para “encontrar también una salida” inmediata para ellos. Estimó que el problema podría quedar normalizado totalmente a partir del jueves, luego del feriado del 25 de mayo.
El gobierno nacional salió a respaldar a su par de la Capital Federal. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, opinó que el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, puede tener “logros y errores en su gestión”, pero llamó a “colaborar” porque es necesario “garantizar la gobernabilidad” en la ciudad de Buenos Aires. Para Fernández, las protestas estudiantiles en los colegios fueron “politizadas” por militantes de los partidos de izquierda.
Sobre la marcha de las obras de reparación, el encargado de informar fue el subsecretario de Coordinación de Recursos y Acción Comunitaria, el arquitecto Luis Rey, quien explicó que en los últimos cinco años se incrementó “en un 600 por ciento” la inversión destinada a “nuevas obras y al mantenimiento de los 670 edificios donde se desarrollan actividades educativas en la Capital Federal, a los que se suman otros 60 en los cuales está asentada la administración central del gobierno porteño. Tanto Rey como el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra (ver aparte), y el jefe de Gabinete, Raúl Fernández, insistieron ante Página/12 en que el problema “fue magnificado por las protestas y desvirtuado por la improcedente decisión del juez Gallardo”, a quien se volvió a acusar de tener “una manifiesta enemistad con el Gobierno porteño”.
La secretaria de Educación dijo que se trabaja sobre “dos objetivos” en lo que se refiere a las “políticas de infraestructura y mantenimiento edilicio”. Por un lado, se busca la solución de “los problemas detectados en distintos establecimientos, como la mitigación de riesgos, la recuperación de edificios históricos y el mantenimiento general”. Por el otro, se propicia la creación de los “Polos Educativos” para lograr “la recuperación de terrenos de nuestro diagrama urbano para concentrar la oferta educativa dirigida a distintos niveles, así como espacios para el desarrollo de actividades deportivas, artísticas y culturales”, como ser “bibliotecas, gimnasios y plazas” de uso común para varias escuelas y abierto a la comunidad.
Ibarra recordó que la ciudad heredó edificios que antes dependían de la Nación y que la transferencia llegó “como corolario de años de desinversión por parte del Estado nacional”. En ese marco, el gobierno de la ciudad incrementó “en un 600 por ciento la inversión destinada a nuevas obras y mantenimiento de las escuelas”, lo que significó pasar “de 11 millones de pesos en 2001 a 69 millones en el año en curso”. Al mes de mayo están comprometidos, “en distintos grados de avance, 31 millones de los 69 del presupuesto anual”. En ese marco, Rey anunció la creación de “una Unidad Ejecutora”, encabezada por un arquitecto que estará al frente del proyecto “para disminuir los tiempos de funcionamiento administrativo” y para “acelerar los procesos licitatorios, adjudicatorios y de puesta en marcha de las obras”.
En una primera etapa se trabajará sobre 14 edificios del sistema educativo de la ciudad. Las escuelas elegidas son las normales 1, 2, 3, 4, 6, 7 y 9, la escuela 27, la escuela comercial 3, las escuelas técnicas 1, 5 y 6, el colegio número 6 y el liceo número 5. En las obras de gran envergadura, con un presupuesto superior a los 500 mil pesos, se están haciendo modificaciones para “acortar los plazos de los procesos y para mejorar la eficiencia”. Sobre la función que cumplirá el titular de la “Unidad Ejecutora”, Rey explicó que tendrá la misión de “mantener un diálogo permanente con la comunidad educativa, para coordinar las obras y evitar que se produzcan desbordes como los que ocurrieron, en algunos casos por problemas en la coordinación”.
Los funcionarios recalcaron que, en los últimos conflictos y tomas estudiantiles, “se difundió información falsa porque en ningún momento hubo situaciones de riesgo por derrumbes que pudieran afectar a los alumnos y a los docentes”. Rey puntualizó, además, que es necesario tener en cuenta “las escasas denuncias que se presentaron, teniendo en cuenta que son 670 los edificios donde se desarrollan actividades docentes en la ciudad y en muchos de los cuales funcionan varias escuelas, con un alto número de alumnos y docentes”. Ibarra insistió en que hubo “motivaciones políticas” en la decisión del juez Gallardo, que provocó la clausura del Normal 9. “Hay una situación que tiene que ver en términos políticos con la búsqueda de cuestionar el sistema de educación pública porteño”, dijo el jefe de Gobierno.
Ibarra recordó que este año se incrementó “en un 35 por ciento la partida presupuestaria destinada a las inversiones de infraestructura en el área educativa” y señaló que las becas que se otorgan en la Capital Federal pasaron de 1200 en el año 2002 “unas 45 mil o 50 mil en la actualidad”. El jefe de Gobierno porteño recordó el conflicto que tuvo con el juez Gallardo por la clausura del Casino de Puerto Madero y para criticarlo apeló a un comentario irónico: “No pudo clausurar el Casino, pero sí clausuró una escuela, con el daño que eso significa para la educación pública en la ciudad”.