SOCIEDAD
Casi ocho puntos en la escala y miles de muertos en dos minutos
La zona más dañada fue la capital de la Cachemira paquistaní. Un colegio se derrumbó y mató a sus 400 alumnos. Caos y heridos.
Una cifra estimada de entre 1500 y 2000 muertos, entre ellos cerca de medio millar de niños, provocó un terremoto de 7,6 grados Richter que arrasó varias ciudades de Pakistán, India y Afganistán. La parte más dura de la tragedia se vivió en el sector de la región de Cachemira que se encuentra bajo la administración de Pakistán, informó el portavoz de la presidencia, Shaukat Sultan. Cuatrocientos chicos murieron al derrumbarse la escuela a la que concurrían, en el noroeste de Pakistán. Otro vocero oficial, Shardar Mohammed Anwar, sostuvo que la mayoría de las casas de la capital, Muzaffarabad, fueron dañadas, al igual que colegios y hospitales. En esa ciudad viven 125 mil personas. El presidente paquistaní Pervez Musharraf dijo que lo ocurrido es “una prueba para la nación” y llamó “a la calma y a la unidad”.
El terremoto tuvo su epicentro unos 100 kilómetros al noreste de Islamabad, en las montañas boscosas de Cachemira, cerca de la frontera india. Además de Muzaffarabad, también sufrieron daños serios las poblaciones de Bagh y Rawalakot. La Red de Medición Geológica de Estados Unidos hizo saber que la réplica más fuerte se registró a una profundidad de 20,3 kilómetros. El antecedente más grave que se ha registrado en la región se produjo el 31 de mayo de 1935, cuando un terremoto de 7,5 grados destruyó Quetta, al oeste de Pakistán. Murieron 60.000 personas.
“Muchas poblaciones han quedado arrasadas en las zonas del norte y estamos recibiendo información sobre centenares de víctimas”, dijo el ministro del Interior paquistaní, Aftab Ahmed Khan Sherpao. Un edificio residencial de 50 departamentos se derrumbó y murieron al menos ocho personas, aunque se cree que el número puede aumentar porque en el momento del sismo había más de 120 personas en el lugar. Los dos primeros y fuertes movimientos duraron cerca de dos minutos y fueron seguidos por 41 réplicas. En la línea de control de Jammu y Cachemira administrada por India, las autoridades confirmaron la muerte de 250 personas, entre ellas 34 soldados. Hubo cerca de 650 heridos.
En Pakistán, centenares de heridos permanecían tumbados en camas improvisadas instaladas en los jardines del hospital de Abbotabad. “Es muy peligroso hacerles entrar al edificio”, explicó Amir Shah, un médico del hospital Ayub, que recibió a centenares de víctimas. “Todo el mundo tiene miedo. Hay fisuras en las paredes y se oyen sin cesar réplicas del sismo”, declaró Shah. “Trabajaba en el campo cuando todo empezó a temblar, vi las casas derrumbarse una detrás de otra”, relató Wali Rehman, originario del pueblo de Ugi, próximo a Abbotabad. “Sé que mi madre y mi familia están todos muertos”, dijo llorando.