SOCIEDAD

Hay un tercer detenido por los cuatro asesinatos de Avellaneda

Es el hermano del chofer que despidió una de las víctimas, ya detenido. Se espera arrestar a “una o dos personas más” y dar el caso por resuelto.

 Por Carlos Rodríguez

El número de detenidos ya se aproxima al total de las víctimas: ayer cayó preso un tercer hombre acusado de haber participado en el cuádruple homicidio de Avellaneda. Se trata de Héctor Zier, de 22 años, hermano de otro de los presos, Claudio “Polaco” Zier, el chofer que había sido despedido por el jefe de la familia masacrada, Miguel Angel Galván, propietario de dos ómnibus de los denominados “truchos”. El caso parece virtualmente resuelto y se considera inminente la detención de “una o dos personas más” que participaron en el crimen o al menos en el incendio intencional de la casa familiar del pasaje Virasoro 128. La pesquisa está orientada también a determinar la posible existencia de una “mafia” que maneja el negocio de los micros truchos en distintas zonas del Gran Buenos Aires, aunque se presume que el caso fue “una venganza, muy primitiva, que tuvo que ver con cuestiones personales y no con el negocio en sí”.
El segundo Zier detenido es “altamente sospechoso” porque está probado que era él quien manejaba el auto Renault 19 que había sido visto por los vecinos, el martes pasado, minutos antes de que comenzara el incendio en la casa del pasaje Virasoro. El auto había sido robado en el mes de marzo y lo habían pintado de otro color para evitar que los descubrieran. Los testigos dijeron que en el vehículo iban cuatro o cinco personas que bajaron con bidones de combustible luego utilizados para provocar el fuego que destruyó el interior de la vivienda.
En el caso, por errores en la información policial, se produjo una resurrección: apareció con vida la perrita cocker, mascota de la familia, que había sido dada por muerta. Voceros judiciales aclararon a Página/12 que la cocker fue entregada, por uno de los detenidos, a unos familiares de las víctimas. Los hombres, que no tuvieron compasión con los dos adultos, Galván y su esposa Marina, y tampoco con las dos hijas del matrimonio, de 6 años una y de tres meses la otra, sacaron del medio sana y salva únicamente a la perrita.
Fuentes de la investigación dijeron que una vez que se tenga “el perfil psicológico de los imputados” se podrá avanzar un poco “en la comprensión de esta tragedia inexplicable, porque se trata de personas primitivas, elementales, que fueron subiéndose a una idea descabellada que comenzó con el crimen a balazos de Galván y terminó con la masacre posterior del resto de la familia”. El Polaco Zier se habría tomado venganza contra Galván porque lo dejó sin trabajo, ya que era el chofer de uno de sus micros truchos. En cuanto al mecánico Jorge Oscar Valdez, el único motivo para subirse a la aventura criminal sería una deuda, de apenas 120 pesos, que Galván tenía con él. Y el otro Zier habría actuado en “solidaridad” con su hermano. Ninguno de los tres tenía antecedentes policiales.
Los cuerpos de las víctimas todavía siguen en la morgue. Esto se debe a que se están realizando nuevas pericias, pero también a que todavía ninguna persona acreditó parentesco con la familia asesinada. Llamaron dos tías de Galván y una hermana de la mujer, pero todavía no se produjo una presentación formal en la causa.

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La casa del crimen. La policía aclaró que la perrita cocker de la familia masacrada apareció con vida.
 
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