SOCIEDAD
El cuidado de la dieta que puede prevenir el cáncer
Un estudio advirtió que hay varios factores de prevención de la enfermedad que son poco tenidos en cuenta. Por ejemplo, una dieta rica en frutas y verduras.
Por Jeremy Laurance*
Casi 2,5 millones de muertes en el mundo por cáncer podrían prevenirse si la gente cambiara su dieta y su conducta. Nueve factores son los responsables de más de un tercio de las 7 millones de muertes por cáncer por año que potencialmente podrían ser evitadas. Reducir el cigarrillo, el uso de alcohol y aumentar el consumo de frutas y vegetales son los factores más importantes, pero se hace muy poco esfuerzo para promover sus efectos salvadores de vida. El grupo de científicos de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda que publicó una investigación en la revista Lancet Medical Journal advierte que la obsesión por curar el cáncer relegó la idea de la prevención en la guerra contra la enfermedad, cuya incidencia crece en el mundo.
Aunque los estudios y los tratamientos resultan cada vez más efectivos para reducir el número de muertos, sus beneficios están limitados por el costo y la dificultad para acceder a ellos en muchos países. “Los progresos en el tratamiento del cáncer no han sido tan efectivos como lo fueron en otras enfermedades crónicas. La prevención primaria a través del estilo de vida y las intervenciones ambientales sigue siendo la forma más importante para reducir la carga del cáncer”, señalan los investigadores.
El factor de riesgo más importante es el cigarrillo, que se estima que causa el 21 por ciento de las muertes de cáncer en el mundo. El uso de alcohol y el bajo consumo de frutas y vegetales son los siguientes en importancia, cada uno responsable del 5 por ciento de las muertes por cáncer. Mayormente, fumar causa el cáncer de pulmón, responsable por el 70 por ciento del 1,2 millón de muertes por la enfermedad. Pero también es la causa de otros ocho cánceres: boca (42 por ciento de las muertes), esófago (42%), estómago (13%), hígado (14%), páncreas (22%), cuello de útero (2%), vejiga (20%) y leucemia (9%).
El alcohol causa cuatro cánceres: esófago (26%), hígado (25%), boca (16%) y pecho (5%). Otros factores de riesgo incluyen el sobrepeso y la obesidad, que son responsables del 11 por ciento de las muertes por cáncer de colon y 40 por ciento del cáncer de útero. La inactividad física aumenta el riesgo de cáncer de pecho, responsable del 10 por ciento de todas la muertes por la enfermedad y del cáncer de colon (15%).
El bajo consumo de frutas y vegetales es un factor de riesgo de cinco cánceres: de esófago (18%), estómago (18%), colon (2%), pulmón (11%). El sexo inseguro, sin preservativo, conduce a la transmisión del virus humano de papiloma, que causa el ciento por ciento de los cánceres de cuello de útero. El cáncer de cuello de útero causa 234 mil muertes en el mundo, más del 90 por ciento en países de bajos y medianos ingresos.
La contaminación ambiental en ciudades y pueblos, que es peor en el mundo en desarrollo, y el humo interior de las chimeneas y las cocinas a combustión sólida usadas sin la adecuada ventilación aumentan el riesgo del cáncer de pulmón. La práctica común de reutilizar agujas para inyecciones médicas en el mundo en desarrollo transmite la hepatitis y otros virus que causan el cáncer de hígado.
Los nueve factores de riesgo estudiados causan el doble de muertes por cáncer en hombres que en mujeres. Majid Ezzati, de la Escuela Harvard de Salud Pública, que condujo el estudio, aseguró que “la prevención primaria a través de estilos de vida e intervenciones ambientales sigue siendo la vía principal para reducir el cáncer en el mundo. Si se implementara la reducción de exposición a factores de riesgo muy conocidos –de conducta y ecología–, se podría prevenir una proporción sustancial de muertes por cáncer”.
En tanto, un análisis de sangre para predecir un riesgo individual de desarrollar cáncer podrá estar disponible en la próxima década. El profesor Karol Sikora, del Imperial College del London and Hammersmith Hospital, también predijo que en 20 años el cáncer probablemente será una enfermedad crónica, pero controlable.
* De The Independent, de Londres. Especial para Página/12.Traducción: Celita Doyhambéhère.