SOCIEDAD › EN LA ARGENTINA, EL MAYOR CONTAGIO ES HETEROSEXUAL
“No cesó la estigmatización”
Por P. L.
“No hemos tenido mucho éxito en conseguir que entidades empresariales como la UIA (Unión Industrial Argentina) se involucren en la lucha contra el sida”, advirtió el coordinador de Onusida para el Cono Sur. La denuncia señala uno de los puntos que se destacan para la Argentina: la discriminación laboral. Una representante de las personas viviendo con VIH/sida señaló también la falta de medicamentos contra la hepatitis C, “principal causa de muerte entre quienes tienen el VIH”: en esto, la responsabilidad oficial se entrelazaría con los elevados precios fijados por empresas farmacéuticas en condiciones monopólicas.
“En la Argentina, al principio, el VIH circuló principalmente entre varones consumidores de drogas intravenosas y sus parejas sexuales, y también entre varones que tienen relaciones sexuales con varones –relata el informe de situación sobre la epidemia producido por Onusida–. Esta tendencia cambió a medida que más varones infectados por el VIH pasaron el virus a su esposa o novia. La mayoría de las nuevas infecciones se ha producido durante relaciones heterosexuales sin protección, con un creciente número de mujeres infectadas. La razón varón-mujer entre los casos de sida notificados se redujo de 15:1 en 1988 a 3:1 en 2004, con un número desproporcionado de infecciones en las zonas urbanas pobres.”
Laurent Zessler, coordinador de Onusida para el Cono Sur, observó que “no ha cesado en la Argentina la estigmatización de las personas con VIH; por esto, es muy difícil que una persona joven le informe a su pareja que tiene el virus, y no son muchos los que se testean, pese a que las pruebas están disponibles en muchos centros de salud. En cuanto a la prevención, “hace falta más inversión, no sólo de las autoridades sino del sector privado, que no se involucra en forma adecuada. Trabajamos para que la UIA y otras entidades se ocupen, pero no hemos tenido mucho éxito. Corresponde a las empresas dar información a sus empleados, sobre todo para que no se den situaciones de rechazo. Y hay muchas pruebas de que los empresarios se niegan a dar trabajo a las personas con VIH”. Lorena Di Giano, representante de la Red Argentina de Personas Viviendo con VIH/sida, señaló que “de hecho se efectúan testeos preocupacionales forzosos, ya que, si la persona se niega, queda eliminada”.
Di Giano denunció también que “el Estado no provee medicamentos para coinfecciones como la hepatitis C, que causa la mayoría de las muertes en personas con VIH. Hubo un conflicto entre el ministerio de Salud y la firma Roche, que se negó a bajar los precios; entonces, el ministerio no le compra”. La representante de las personas con VIH reveló también que “el Programa Nacional de Sida no provee el antirretroviral compuesto amivudina-zidovudina, lo cual obliga a tomar diez pastillas en vez de dos: esto dificulta los tratamientos y muchas veces lleva al abandono; el único laboratorio que hoy lo fabrica es Glaxo, que a partir de esta circunstancia elevó los precios”.