El hacinamiento de detenidos en las comisarías bonaerenses derivó en un motín en la seccional de Marcos Paz, donde los 33 detenidos tomaron como rehenes a cuatro policías, durante más de seis horas, para exigir ser trasladados a otras dependencias. La protesta finalizó sin heridos, después de una negociación, al cabo de la cual 20 de los presos fueron derivados a otras comisarías y a unidades penales. Para el CELS, el hecho “demuestra la insuficiencia de políticas efectivas” para revertir “la violación permanente de los derechos humanos en cárceles y comisarías”. En las seccionales provinciales quedan aún 4431 detenidos de los 6035 que había cuando la Corte Suprema falló en contra del gobierno bonaerense.

Todo se inició a las 9.30 de ayer, cuando los internos tomaron de rehenes a cuatro policías y reclamaron ser trasladados a otras dependencias, ya que allí se encontraban hacinados. La seccional fue rodeada por decenas de policías del Cuerpo de Infantería. También llegaron hasta el lugar los familiares de los detenidos. Alrededor de las 14.30, el jefe de la policía comunal de Marcos Paz, capitán Ricardo Bonfiglio, tras dialogar con los reclusos, les explicó a los familiares: “Se quieren ir porque están mal. Se entendió la demanda y por eso estamos haciendo lugar a su reclamo”. Finalmente, poco antes de las 17, los amotinados depusieron su actitud, liberaron al resto de los rehenes y la policía recobró el control de la unidad.