Eugenio Villela tiene 55 años. Ayer a la mañana entró a la empresa de colectivos de la línea 740, en el partido de San Miguel, como lo había hecho siempre antes de vender su parte al resto de los socios y de dejar ese trabajo, en diciembre pasado. Saludó a los de la plata baja, subió al primer piso, donde se llevaba a cabo una reunión de trabajo, y sin mediar palabra vació el cargador de una 9 milímetros en los cuerpos de sus ex compañeros. Después de matar al contador y al tesorero de la empresa y de herir a otras cuatro personas, entre ellas dos de gravedad, se entregó en la seccional primera de la zona, donde quedó detenido hasta ayer. Hoy a primera hora declarará en la Fiscalía de San Martín. Los investigadores manejan la hipótesis de que hubo problemas económicos entre las partes.

En las oficinas de la esquina de Muñoz e Irigoyen, en el oeste del conurbano, donde funciona la empresa de transporte La Primera de Grand Bourg –que maneja las líneas de colectivos 740, 440 y 315–, el día laboral comienza siempre a las 8. Media hora más tarde, directivos y socios se reúnen, casi todos los días, para charlar temas de la empresa y para tomar algún que otro café, en una sala ubicada en el primer piso.

Ayer, alrededor de las 10, había unas quince personas en la empresa. Minutos más tarde, el ex socio Eugenio Villela ingresó por la puerta principal, saludó como siempre a los de la planta baja y subió directamente al primer piso, donde estaban socios y jerarcas. Entró a la sala y con una 9 milímetros realizó 13 disparos. No hubo palabras, sólo vació el cargador en los cuerpos de sus ex compañeros de trabajo.

“Estaba lleno de sangre por todos lados. El resto (del personal) que estaba acá salió corriendo por donde pudo”, comentó un empleado a Página/12. Después de los disparos, bajó y se fue. Más tarde se entregó en la comisaría primera de San Miguel, confesó lo que había hecho y quedó detenido hasta las últimas horas de la tarde de ayer, cuando fue trasladado a la Fiscalía de San Martín.

Las víctimas fatales fueron el tesorero, Pablo Galazzo, quien murió en el acto, y el contador Isaac López, que falleció minutos después en el hospital Larcade. Ambos eran integrantes del directorio. Los heridos de mayor gravedad son el presidente de la empresa de transportes, Luis Ruggeri, y el vice, Jorge Gerón.

“Villela se fue de la empresa en diciembre del año pasado –contó el empleado–, cuando vendió su parte, y ya le habían pagado todo. Venía a cobrar y nunca hubo problemas. En las asambleas que se hacían se notaba que era agresivo, tenía acciones violentas, gritaba, y a veces estaba depresivo.” Además agregó que “no hay un motivo claro para lo que pasó, siempre había broncas internas, pero algo así no se esperaba”.

Por su parte, Hernán Córdoba, el fiscal de San Martín que interviene en la causa, explicó que el caso “va a ser caratulado como dos homicidios simples y cuatro tentativas de homicidio en concurso real. Se le podrían sumar las penas y serían varios años, pero hay que ver porque todavía es todo muy prematuro”. Si se le suman las penas, la máxima no puede superar los 50 años.

El fiscal sostuvo que el caso no fue por “emoción violenta, porque saludó a la gente normalmente, sacó el arma, disparó y se entregó. Acá hay un tema económico de fondo. Mañana (por hoy) se le tomará, a primera hora, declaración indagatoria en la Fiscalía de San Martín y veremos qué dice”. También puntualizó que “hoy (por ayer) se le hizo (a Villela) una pericia psiquiátrica muy leve. Además se le extrajo una muestra de sangre y otra de orina. Mañana (por hoy) estarán los resultados”.

La jefa de guardia del hospital Larcade, Sandra Szlaifsztein, informó a este diario que “a las 10.30 ingresaron al hospital 6 personas: una ya estaba sin vida, otra entra al quirófano y fallece y la restante queda en terapia en estado muy grave. Las otras víctimas fueron derivadas después al hospital Eva Perón, ex Castex de San Martín, y dos al Polo Sanitario de Malvinas Argentinas.

En tanto, los otros dos heridos son un empleado de la firma identificado como José Laborde y Juan Rodríguez, hijo de uno de los socios, quienes se encuentran fuera de peligro. Ruggeri recibió tres disparos, uno en el abdomen, otro en un muslo y el restante en un glúteo, mientras que Gerón recibió dos tiros, indicaron fuentes judiciales.

Por su parte, Laborde tiene una herida en el hemitórax y Rodríguez recibió un disparo en el estómago.

Informe: Luciano Zampa.