Sábado, 6 de mayo de 2006 | Hoy
SOCIEDAD › POLICIAS MENDOCINOS MATAN A UN CHICO Y HIEREN A DOS
En Mendoza, un adolescente de 14 años murió y dos niños resultaron heridos ayer cuando policías abrieron fuego contra pobladores de muy bajos recursos que intentaban sacar carbón de un tren que pasaba por la estación, para calefaccionar sus casas, en la localidad de Luján de Cuyo, departamento de Luján. Seis policías están detenidos y ayer a última hora prestaban declaración ante el fiscal que interviene en la causa.
Todo ocurrió a las tres de la tarde de ayer cuando vecinos del barrio Cuadro Estación, ubicado a un costado de las vías, se abalanzaron sobre un tren con destino a la ciudad de Palmira, ubicada a unos 25 kilómetros de la capital mendocina, para tomar carbón con el fin de calefaccionar sus casas. Ese barrio es paso obligado para el tren.
Pobladores de la zona explicaron a la prensa local que una vez al mes, sobre todo cuando se acerca el invierno y bajan las temperaturas, el tren que lleva carbón es asaltado por jóvenes de familias empobrecidas que intentan tomar algo de combustible para poder calefaccionar sus casas precarias.
Según pudo saber este diario, siempre que el tren pasa por ahí sucede lo mismo: en su mayoría mujeres, niños y adolescentes se suben para tomar lo que pueden, o lo que les dejan. “Al parecer, los dos custodios que estaban en el tren les dijeron a los vecinos que tomaran lo que necesitaran y se fueran”, comentó una fuente cercana al hecho.
Pero seis policías –que se movilizaban en dos patrulleros de la cuadrícula de Luján, un auto y una 4x4 Ford Ranger– aparecieron de repente y comenzaron a disparar al tren, desde el lado opuesto a las vías. Otra versión dice que cuando intentaron dispersar a las personas que estaban colgadas de los vagones del tren, hubo gritos e insultos cruzados, y los policías comenzaron a disparar contra el grupo.
Mauro Morán tenía 14 años. Murió en el lugar a raíz de un balazo que impactó en el pecho, cerca del corazón. Cayó al piso desde un vagón; Raúl Frías, de un año y 8 meses, que estaba con su madre, recibió un disparo en la mano que le amputó dos dedos, y Angel Sosa, de 13, uno en el glúteo. Ambos fueron internados de urgencia en el hospital de niños Humberto Notti.
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