Hoy los repartidores de comida a domicilio de McDonald’s marcharán hasta el Obelisco en protesta por las condiciones de su trabajo, que vinculan con la muerte de uno de ellos, atropellado con su bicicleta por un colectivo. “Para cumplir los tiempos que exigen, se llega a poner en riesgo la vida y no nos entregan cascos”, sostienen.

El domingo 9 de julio a las cuatro de la tarde, en Uriburu y Paraguay, Jorge Lucracio, de 20 años, fue atropellado mientras transportaba unas hamburguesas. De esa misma esquina partirá, hoy a las 17, la movilización hacia el local de McDonald’s en Corrientes y Carlos Pellegrini. “Para cumplir con los tiempos que nos exigen, tenemos que ponernos en peligro”, dijo a este diario un “llevador”, que solicitó reserva de su nombre.

“Tenemos que llevar pedidos en un radio de 15 cuadras, es decir, hasta 30, ida y vuelta, más el tiempo que tarda el cliente en salir: nos dan 20 minutos y muchas veces no es suficiente, si uno cumple las normas de tránsito”, contó otro llevador, y afirmó: “Los gerentes vigilan que no se supere ese tiempo, porque ellos mismos reciben premios por cumplimiento. A nosotros, por entregar rápido, nos dan una hamburguesa grande con papas medianas; si no, nos dan todo chico”.

“Pedimos que no se trabaje más contra reloj”, precisó otro de estos empleados. Las bicicletas son provistas por los llevadores mismos y también los cascos. “No nos dan ropa adecuada para la lluvia y lo que pagan para mantenimiento de las bicis es insuficiente”, sostienen.

Estos empleados no trabajan directamente para la empresa McDonald’s, que tiene tercerizado el delivery en la empresa Correo Grupal, “pero McDonald’s es la que pone los requisitos”, afirmaron.