El sacerdote Julio César Grassi deberá presentarse a declarar hoy en los tribunales de Morón acusado por veinte nuevos hechos de abuso y corrupción de menores, todos en perjuicio de un adolescente internado en el hogar Felices los Niños. La nueva imputación –que en su momento reveló Página/12– se suma al caso por el cual ya fue enviado a juicio oral y puede derivar en un segundo procesamiento del cura.

Los hechos denunciados por los que deberá comparecer ante el fiscal Matías Rapazzo datan –según la querella– del período entre los años 2000 y 2002 y la presunta víctima es Luis Gutiérrez, un joven que asistía a la Fundación Felices los Niños.

Gutiérrez los denunció el pasado 6 de julio y los ratificó en varias oportunidades ante Rapazzo, que ahora decidió citar al religioso.

La situación para Grassi se torna cada vez más complicada, sobre todo si en todas estas causas se toma en cuenta la pericia psiquiátrica que se le realizó el 23 de agosto del año pasado en el marco de otro caso.

Allí los especialistas concluyeron que el sacerdote “reúne los indicadores propios de un delincuente sexual”.

En su dictamen del 9 de octubre, Rapazzo considera acreditados casos de abuso sexual agravado y corrupción agravada por su condición de guardador y sacerdote, siempre en torno de los hechos denunciados por Gutiérrez.

El querellante en este proceso es el abogado Juan Pablo Gallego, en representación del Comité Argentino de Derechos del Niño (Casacidn), un presidido por Estela de Carlotto, a su vez titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

En su solicitud, Gallego se refirió a normas del Tratado Internacional sobre Derechos del Niño suscripto por la Argentina, cuyo incumplimiento podría acarrear responsabilidad al Estado Argentino. Esta nueva causa está siendo tramitada por el Tribunal Oral Nº 1 de Morón.