El lavacoches David Sandoval fue condenado ayer por la Justicia de Río Negro a prisión perpetua por el crimen de tres mujeres ocurrido en 2002 en un laboratorio de la ciudad de Cipolletti. La principal prueba contra el imputado fue una huella dactilar identificada por peritos chilenos que colaboraron con la investigación. El hecho fue cometido el 23 de mayo de 2002. Sandoval había sido absuelto en 2004, pero el Superior Tribunal de Justicia de la provincia anuló el juicio y dispuso que fuera juzgado nuevamente.