Un hombre quedó detenido en los tribunales de Retiro cuando fue a un juzgado para conocer la situación de un amigo que había sido detenido el día anterior. Según la Justicia, se trata del presunto cabecilla de una banda que vendía drogas en el barrio de la Boca, y su amigo, una suerte de cómplice. El insólito episodio ocurrió el lunes cuando Marcelo Ramón Riquelme –que también tenía pedido de captura en otra causa– fue al juzgado federal a cargo de Daniel Rafecas para saber cuál había sido la suerte de Freddy Cardozo Aragón, de 35 años, quien había sido apresado el día anterior. Lo que Riquelme no imaginaba era la buena memoria de los funcionarios judiciales, que recordaban su rostro que, en otro expediente, aparecía en filmaciones vendiendo drogas en Necochea y Olavarría.