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Familiares y amigos de Juan Manuel Canillas –secuestrado y asesinado hace una semana– encabezaron una multitudinaria marcha en silencio hasta la quinta de Olivos, donde entregaron una carta de los padres de la víctima: “Tenemos la sensación de vivir en una sociedad sin ley”. Con un tono distinto, miembros de la llamada “Asociación Víctimas de la Delincuencia” se reunieron en Plaza de Mayo para pedir “que los delincuentes laburen como laburamos todos” y requerir cambios en las leyes migratorias “para controlar a los extranjeros”.
La manifestación en memoria de Canillas fue encabezada por sus padres, Marta y Guillermo, y su hermano Nicolás. Reunió a varios centenares de personas, muchas de ellas convocadas mediante cadenas de mails. A las 19 de ayer partieron de la casa de la víctima, cerca de Puente Saavedra, en absoluto silencio por la avenida Maipú. Sostenían velas encendidas.
La carta de los padres, dirigida al presidente Eduardo Duhalde, sostiene que su hijo “fue víctima de la violencia que impera en la Argentina, y que usted gobierna. Tenemos la sensación de vivir en una sociedad sin ley, en la que no existen las garantías básicas del Estado”.
Ya en las puertas de la quinta presidencial, Nicolás Canillas leyó un breve texto en el que recuerda a su hermano “a quien ya no podré abrazar o escuchar reírse”.
El viernes de la semana pasada, Juan Manuel Canillas fue interceptado cuando manejaba su auto por tres hombres que lo obligaron a pedir un rescate mediante su teléfono celular. Lo llevaron hasta su casa, donde los padres entregaron un rescate de mil pesos mientras el joven permanecía en el auto. Pero, ya con el dinero, los secuestradores volvieron a llevárselo y lo mataron a balazos.
La segunda movilización de ayer reunió a más de cien personas en Plaza de Mayo. Allí Mirta Pérez, presidenta de la Asociación Víctimas de la Delincuencia (Avidel), habló para pedir “que los delincuentes estén presos y que salgan a laburar como laburamos todos”. Los manifestantes juntaron firmas para “reformar la Ley Migratoria para mayores controles de los extranjeros”, así como “abolir excarcelaciones y salidas transitorias de los presos peligrosos y que el juez que otorgue estos beneficios se haga cargo de los delitos que cometa el delincuente en libertad”.