Estaba sola en la habitación. Sus amigas habían partido hacia la playa para disfrutar de las vacaciones en las arenas blancas de Ipanema. Su soledad duró poco. Unos minutos después un hombre irrumpió en el lugar, la golpeó y la violó. Ocurrió el jueves pasado en un bungalow de la ciudad de Río de Janeiro, pero trascendió ayer a partir de la denuncia pública realizada por la asociación Avivi que asesoró a la familia de la víctima.

Según relataron desde la organización, la víctima, cuya identidad se mantiene en reserva, regresó a la Argentina para reencontrarse con su familia y acudir al hospital a realizarse el tratamiento de 72 horas de protección de enfermedades de trasmisión sexual. La familia tomó esta determinación siguiendo los consejos de María Elena Leuzzi.

Para la presidenta de la asociación, no tenía sentido que la joven continuara en Brasil para realizar la denuncia. La chica se había bañado después de la violación lo que dificultaba hallar pruebas del ataque. “Lo primero que hice fue asegurarme de la salud de la chica, por eso les recomendé que intentara regresar cuanto antes al país para que pudiera ser atendida en el Hospital Fernández, porque era necesario comenzar cuanto antes con los controles de enfermedades”, explicó Leuzzi. Luego agregó: “Uno no sabe cuáles son los procedimientos en Brasil y, al haberse perdido pruebas tan importantes luego de que la chica se duchó, les aconsejé que vuelva al país cuanto antes”.

El ataque ocurrió el jueves pasado al mediodía en la playa de Ipanema. Ella, junto a un grupo de amigas, todas oriundas de Capital Federal, habían llegado a Río para disfrutar de sus vacaciones. Posiblemente, aprovechando la ausencia de sus compañeras de habitación, un hombre irrumpió en el lugar para violarla. “Después de que esa persona se fue, se quedó sola, sho-ckeada, lo primero que hizo fue correr al baño y lavarse de la desesperación, y luego la encontraron las amigas que regresaron de la playa”, relató Leuzzi.

Cuando arribó a la Argentina la joven fue trasladada al Hospital Fernández donde inició un tratamiento médico preventivo. “Los resultados de los estudios van a demorar, pero por lo menos la joven está medicada como corresponde, y además, está contenida y controlada por la familia que tomó esto con dolor pero con mucha responsabilidad”, destacó.

De todas formas, la joven deberá continuar realizándose controles sistemáticos durante el próximo mes y medio y después revisaciones a los 60, 90 días y al año. Este caso de violación, que pasó las fronteras del país, pasará a engrosar el registro elaborado por la Asociación de Víctimas de Violaciones (Avivi), que en lo que va del año ya lleva contabilizados 17 casos de niñas y adolescentes víctimas de abusos contra la integridad sexual a las cuales la ONG brindó contención.