Son contados los casos en que un automovilista que provoca una muerte en un accidente termina cumpliendo prisión efectiva. El episodio que le costó la vida a Kevin Sedano, un chico de 14 años que fue atropellado por un auto en mayo de 2002, fue uno de los que tuvo ese desenlace. Eduardo Sukiassian, el conductor del auto que lo embistió, quedó detenido ayer por orden del tribunal que, en juicio oral, lo condenó a tres años de prisión de cumplimiento efectivo, más diez años de inhabilitación para manejar vehículos. No fue la conducta vial que derivó en accidente lo que agravó la pena sino su actitud posterior, el hecho de huir y dejar al joven atropellado librado a su suerte, lo que influyó en los jueces para adoptar una decisión que fue unánime.

Kevin fue atropellado el 1º de mayo de 2002 en la avenida del Libertador, a la altura de Olivos. El chico había ido a bailar con unos amigos a un boliche ubicado frente a la quinta presidencial y a la salida fue atacado por una patota. Los jóvenes intentaron escapar corriendo y, al cruzar por Libertador, Kevin fue embestido por un Ford Escort conducido por Sukiassian, que en ese momento tenía 22 años.

El conductor huyó, pero un testigo tomó el número de patente de su auto y pudo ser localizado días más tarde. Otros testigos revelaron que Sukiassian conducía a más de 80 kilómetros por hora, por encima de la velocidad permitida, y que al momento de atropellar a Kevin pasaba a otro auto por la derecha. A raíz del hecho, Kevin sufrió graves heridas y fue trasladado a un sanatorio privado, donde estuvo internado hasta que murió el 8 de mayo de 2002.

Desde ese momento, Vivian Perrone, la madre de Kevin, se convirtió en una luchadora incansable en la búsqueda de justicia, al punto que se unió a otros padres de víctimas de hechos de violencia y fundó la asociación Madres del Dolor, de la cual hoy es presidenta.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de San Isidro consideró a Sukiassian culpable del delito de “homicidio culposo agravado”. En un fallo unánime, los jueces María Coelho, Federico Ecke y Mónica Tisato ordenaron la detención inmediata del ahora condenado. “Señor Sukiassian, queda usted detenido. Oficial, proceda a detenerlo e incautarle el registro de conducir”, dijo la presidenta del tribunal oral una vez finalizada la lectura de la sentencia. Sentado junto a su abogado, vestido con un traje azul oscuro y camisa blanca, Sukiassian se paró, juntó sus muñecas y esperó que el policía le colocara las esposas, tras lo cual fue llevado a la Alcaidía de los Tribunales.

La lectura del fallo comenzó a las diez en punto, con la mamá de Kevin, sentada junto a su abogado con una foto de su hijo en la mano. Entre el público estaban varias de las integrantes de Madres del Dolor: Silvia Irigaray y Elvira Torres, madres de Maximiliano Tasca y Cristian Gómez; Elsa y Eugenio Schenone, Marta Canillas, María Denegri e Isabel Yaconis. Además, estuvieron presentes Juan Carlos Blumberg y Juan Carr, presidente de la Red Solidaria.

Entre los agravantes, el Tribunal destacó “la actitud indiferente del acusado en el hecho que se le imputa, pues durante estos cinco años no quiso reparar el daño provocado y continuó conduciendo con total impunidad”. Los integrantes del tribunal consideraron que Sukiassian “actuó con actitud desaprensiva y con desprecio hacia la vida de Kevin”.

Los jueces pusieron a disposición del titular del Ministerio Público Fiscal las declaraciones de dos amigos de Sukiassian, Guillermo Von Gerstenberg y Pablo Bereskyj, para que se les inicie una causa por el delito de falso testimonio.

Aunque se descuenta que la defensa apelará el fallo ante la Cámara de Casación bonaerense, la aplicación del artículo 371 del Código de Procedimientos hace que la apelación no suspenda la prisión efectiva. Por eso, el condenado pasará al menos ocho meses en prisión, el tiempo en que estará en condiciones de pedir la libertad condicional.

“La prisión efectiva e inmediata apunta a evitar que un imputado, con los recursos económicos necesarios, pueda huir del país y continuar con su impunidad”, subrayó Claudio Mazaira, abogado de Madres del Dolor.

Hace una semana, durante los alegatos, el fiscal del juicio, Franco Servidio, y el abogado Mazaira habían pedido cinco años de prisión efectiva para Sukiassian, el máximo previsto para el delito de “homicidio culposo”, mientras que el abogado defensor Eduardo Di Meglio había solicitado la absolución o una condena en suspenso.

Tras escuchar el fallo, la madre de Kevin lloró, en medio de los abrazos de integrantes de las Madres del Dolor. “Por primera vez después de cinco años se está haciendo justicia”. Vivian Perrone dijo que está “muy conforme” con la sentencia y que este fallo “era el empujoncito que necesitaba” para continuar con la lucha de las Madres del Dolor. “Es un ejemplo de justicia para un caso donde el principal acusado actuaba con total impunidad”, concluyó.